D, nació en 1931. “Y ello es así porque se tiende a considerar conjuntamente dos cuestiones bastante diferentes. Critica comunitaria al liberalismo Sobre los conflictos de la critica comunitarista .Walzer ¿Que apoya sentimiento de comunidad etica Comunidad y los limites de la justicia De M. Sendel --> justicia es una virtud remedial, no primera virtud de la vida social Solo requerida. Ellas, en efecto, postulan la independencia de la persona humana respecto a esa urdimbre. “Yo defiendo -dice Taylor- la firme tesis de que es absolutamente imposible deshacerse de los marcos referenciales; dicho de otra forma, que los horizontes dentro de los cuales vivimos nuestras vidas y que les da sentido, han de incluir dichas contundentes discriminaciones cualitativas. Los yoesno son objetos en el mismo sentido que se atribuye esta condición a nuestros propios órganos, por ejemplo. Memoria y crítica a la transición Estos críticos (Tomás Moulian, Manuel A. Garretón, Bernardo Subercaseaux . Algunas de estas cuestiones –de carácter espiritual- “conciernen muy estrechamente a lo relativo al yo o están demasiado cerca de la materia con la que se hacen nuestro ideales para poder clasificarlas como temas morales en el léxico de la mayoría de la gente. II.Legalidad y moralidad en la filosofía del derecho de Kant. 46La concepción de la persona hasta ahora expuesta difiere de modo claro de cierta otra concepción de gran presencia en la filosofía moderna, y en relación con la cual Taylor ha mantenido un punto de vista ciertamente crítico, por no decir francamente polémico. En todo caso, sus argumentos tienen que ver, entre otras cosas, con la afirmación del principio de respeto a las minorías y con el hecho de que el multiculturalismo es hoy una realidad que se extiende por el mundo y que exige una política abierta al reconocimiento de las diferenciaciones culturales y de las metas colectivas. Luego de tres de décadas de la Segunda Guerra Mundial, las referencias a la comunidad y lo. Por esto, sería profundamente erróneo proponer, como hacen algunas éticas modernas, que tales marcos sustantivos no existen, aduciendo “que uno de ellos –digamos, por ejemplo, el del teísmo católico medieval- haya quedado obsoleto o se haya desvanecido con otras ruinas de la historia. En tant qu’élément de cette démonstration, est exposée la position de Taylor face au débat qui au cours des vingt dernières années environ s’est développé entre philosophes libéraux et communautaires, en particulier dans le monde anglo-saxon. 2El debate entre comunitarios y liberales no sólo tiene que ver con ideas, sino con realidades sociales y políticas asociadas a ellas, que preocupan con razón a nuestros contemporáneos. Cabe preguntarse, entonces, sobre los alcances de los argumentos y postulados comunitarios: ¿Representan, desde el punto de vista de la filosofía política, el fundamento de una vía de construcción social distinta a la liberal? Ed. A esta clase de interrogantes sólo cabe responder observando cómo ellos encajan en la vida que nos rodea, qué parte desempeñan en la narrativa de esa vida, mirando tanto hacia atrás como hacia adelante. Y, para finalizar, esboza una posible respuesta a las demandas de las . (Ibid: 68). Y esto es una contribución a la ontología social, que puede desarrollarse en diversas direcciones. Parece clara la intención de Taylor de acercarse en forma más adecuada a la médula de los asuntos que interesan tanto a liberales como a comunitarios. Expone allí sus ideas sobre lo que es un agente humano, una persona o un yo, a partir de una comprensión acerca de “cómo se han desarrollado nuestras ideas del bien” (Taylor 1996: 17). 25Las emociones son modos afectivos de “darse cuenta” de determinadas situaciones, en cuanto a que ellas tienen alguna importancia para nosotros. Es el momento, entonces, de revisar su punto de vista respecto a la relación entre la identidad personal y el bien; al yo y los horizontes morales dentro de los cuales está situado; y a la tarea de recuperación de la ontología moral que cree necesario emprender. 62Por ahora, y a modo de conclusión parcial, digamos que el examen de los conceptos, las opiniones y los argumentos con que Taylor manifiesta su posición frente a las ideas liberales, permite señalar, a modo de hipótesis general, que su crítica al liberalismo político se sustenta en una filosofía de carácter comunitario, la que puede servir de fundamento a un proyecto de convivencia social distinto al liberal. Y a partir de fines del siglo XX ha resurgido, reconsiderada y revalorada, en la filosofía política contemporánea. identifica con el comunitarismo consiste en el yerro de la crítica que desde esta escuela trata de hacerse al liberalismo. 36Para Taylor, la respuesta a la pregunta sobre quién esuna determinada persona, equivale a conocer dónde esa persona se encuentra, en el sentido de los compromisos e identificaciones que proporcionan el marco u horizonte dentro del cual se intenta determinar lo que para ella es bueno o valioso, lo que debe hacer, lo que se aprueba o rechaza. Pero, más que “ubicar” a Taylor dentro del marco del debate, interesa examinar su punto de vista respecto al mismo y a las cuestiones debatidas, así como a otros asuntos que quizás no han estado tan presentes en la discusión, pero que guardan relación con el tema general: la crítica al liberalismo. El movimiento norteamericano en torno a la comunidad sensible puede ser una segunda fuente de inspiración para una Nueva Concertación. Esos marcos u horizontes pueden tener, y tienen, formas históricas diversas –desde la ética del honor o del guerrero hasta la ética universalista que se apoya sobre las ideas o los marcos de dignidad o autonomía-, en cada una de las cuales son diversos los comportamientos que se desean y se ensalzan y son diferentes las razones por las que ello es así” (Ibid). Close suggestions Search Search. Según Taylor, “Sandel intenta mostrar cómo los diferentes modelos –atomistas y holistas- de los modos en que vivimos conjuntamente en sociedad están ligados a las diferentes comprensiones del yo y de la identidad: yoes ‘desvinculados’ (unencumbered) frente a yoes situados. Si bien Taylor reconoce que probablemente no sea ésta, la de atomismo, una expresión muy adecuada, porque -como todo término que se utilice en sentido amplio- tiene distintos significados y porque éste en particular ha sido usado como epíteto condenatorio por sus “enemigos”, considera que el tema mismo que con este término queda planteado merece la pena ser considerado y discutido. . Estas últimas pueden aplicarse al estudio de la dimensión corporal o animal del hombre, pero no a lo propiamente humano. Taylor es católico y milita en el Movimiento Nacionalista de Quebec (NPD). En este punto, Taylor advierte que lo que es ser un yo o una persona de esa índole es difícilmente concebible para ciertas vertientes de la filosofía moderna, especialmente para las consagradas dentro de la corrientes de la psicología y las ciencias sociales que ven al yo como un objeto de estudio como cualquier otro. El hecho de que los uniera su común rechazo al liberalismo conlleva, sin embargo, la dificultad de tratarlos como si representasen una única línea de pensamiento coherente, y el que sus argumentaciones, a veces, difieran y se solapen. El uso de un término particular, separado de este trasfondo, es impensable” (Ibid). El mismo hecho de que califiquemos las emociones –a veces como justificadas, otras veces como desproporcionadas, etc.-, se desprende de esa connotación objetiva de las emociones, ya que justamente lo que posibilita dicha calificación implica, necesariamente, su correlación con algo distinto a la emoción misma, su carácter intencional, garantizando así su objetividad. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires. Esta condición de ser distinto es, precisamente, la que según Taylor se ha pasado por alto, ha sido objeto de glosas y asimilada por una identidad dominante o mayoritaria. En otras palabras, el yo se desarrolla, a su juicio, en relación al bien y, por lo tanto, está situado en el terreno de la moral, lo que no ha sido entendido así por gran parte de la filosofía moral contemporánea. Contextos sociales y propensión a aprender, Sociedad Civil y democracia en América Latina: desafíos de participación y representación, Migraciones sur-sur : Paradojas globales y promesas locales, Hacia la construcción de un nuevo paradigma social, La Política: deliberación, técnica y movimiento, Dimensión de lo público. Así, las instituciones políticas en las que viven son una expresión de ellos mismos. Un ensayo sobre los límites del liberalismo, Ed. Esos individuos, conforme al enfoque rawlsiano, poseen determinados planes de vida que requieren de los medios o bienes primarios adecuados para desarrollarlos. 60Taylor está más cerca del segundo de estos liberalismos, si bien, como el propio Walzer lo hace ver, no concede mucha extensión a la defensa de esta cercanía. 33Asimismo, nuestros actos y juicios morales dependen de determinados conceptos o experiencias morales fuertes, de interpretaciones del mundo y de nosotros mismos, respecto, por ejemplo, a la existencia o no existencia de un ser supremo; el carácter de los sentimientos altruistas, como el amor, la amistad, la solidaridad; las formas variantes y complejas de comprensión de nuestra individualidad en relación al cosmos y a la sociedad, como lo íntimo, lo privado, lo público; o el carácter de dignidad que atribuimos al ejercicio autónomo de la razón (Thiebaut 1992: 69 – 70). Ahora bien, la existencia de los marcos referenciales en nuestra vida supone, a su vez, la presencia de lo que Taylor señala como un importante conjunto de distinciones cualitativas. Sobre la base de razonamientos como los señalados, Taylor formula un par de proposiciones de singular relevancia. La evaluación en sentido fuerte clasifica los deseos en categorías tales como ‘más altos o más bajos’, ‘más o menos plenificadores’, ‘más nobles o menos nobles’. Como parte de ese planteamiento, se expone la posición de Taylor frente . Tal omisión se relaciona también con la idea de pluralismo presente en la sociedad moderna, que facilita la posibilidad de vivir sin fundamentos morales de carácter ontológicos. Taylor estima que Rawls se defendió con éxito de las críticas en varios aspectos, mientras que otros no fueron realmente aclarados por él. Es parte de la acción humana existir en un espacio de cuestiones sobre los bienes potentemente valorados, antes de cualquier elección o cambio cultural aleatorio. *  Este artículo se basa en la tesis de Magíster de Filosofía Política de su autor. 58No resulta extraño, entonces, que estos dos modos de política entren en conflicto. 56En la sociedad democrática liberal, la dimensión social del problema de la identidad se plantea, en efecto, asociado a otros dos problemas, el del reconocimiento y el del multiculturalismo. De hecho, distingue dos tipos de liberalismo, que Michael Walzer, en su comentario al ensayo de Taylor, “redescribe”, abreviando la descripción de éste: “1) El primer tipo de liberalismo (“Liberalismo 1”) está comprometido de la manera más vigorosa posible con los derechos individuales y, casi como deducción a partir de esto, con un Estado rigurosamente neutral, es decir, un Estado sin perspectivas culturales o religiosas o, en realidad, con cualquier clase de metas colectivas que vayan más allá de la libertad personal y la seguridad física, el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos. Charles Taylor -filósofo canadiense que ha intervenido en la discusión-,1 menciona entre los primeros a John Rawls, Ronald Dworkin, Thomas Nagel y T.M. Si bien éstos pueden ser atribuidos a un individuo (o quizás a individuos), de ello no es posible, como erróneamente pretende el individualismo metodológico, derivar una explicación atomista del lenguaje, porque sería reducirlo a una sola dimensión. Dichas visiones están ligadas a corrientes tradicionales del pensamiento político, la ilustración en el caso de los liberales y la aristotélico-tomista y hegeliana en el de los comunitarios. (Taylor 1994a: 67). Para el liberalismo no hay mejor juez de sus intereses que el propio individuo. (Carrasco 2001: 43) La segunda, en cambio, es más propiamente humana y consiste “en juzgar nuestros deseos desde el punto de vista del modo de vida al que pertenezcan, siendo los modos de vida cualitativamente distintos (por ejemplo, una vida fragmentada en vez de integrada, una vida pusilánime en vez de valiente, etc.). 7Taylor ha participado en el debate de diferentes maneras. Y (...) esas cosas son significativas para mí, y el asunto de mi identidad se elabora, sólo mediante un lenguaje de interpretación que he aceptado como válida articulación de esas cuestiones” (Taylor 1996: 50). Uno de esos modelos de liberalismo según Taylor, postula que la sociedad está integrada por individuos detentores de derechos, y el objetivo de la comunidad sería el de defender dichos derechos, los derechos de los individuos que la constituyen. Sólo desde allí, de un espacio común o público, la persona puede innovar y desarrollar una manera original de comprenderse a sí misma y comprender la vida humana. Ensayos analíticos, op.cit. 22Pero “la distinción monológico - dialógica es igual de evidente con respecto a los bienes. Porque los humanos somos seres que nos autointerpretamos. Y por otra, también se podría sostener que ambos yoes, el (relativamente) desvinculado y el (relativamente) situado son posibilidades, como también lo serían las sociedades (relativamente) atomistas y holistas, y que las combinaciones viables entre estos dos niveles son limitadas: una sociedad altamente colectivista difícilmente combinaría con una identidad desvinculada, y una forma de vida altamente individualista sería imposible allí donde los yoes están fuertemente situados” (Ibid: 241). From an overview of this discussion, it analyzes key aspects of Taylorist thinking. Read Paper. En tal sentido, constituye el atomismo una concepción opuesta a la del hombre como animal social. Como parte de ese planteamiento, se expone la posición de Taylor frente al debate que durante los últimos veinte años, aproximadamente, se ha venido desarrollando entre filósofos liberales y comunitarios, especialmente en el mundo anglosajón. Ensayos sobre el conocimiento, el lenguaje y la modernidad, op. prevalente en la moralidad del individuo. 10Taylor ilustra lo anterior con ejemplos tomados del libro de Sandel, El liberalismo y los límites de la justicia, en el que la cuestión principal es ontológica, sin perjuicio de lo cual se le ha respondido como si se tratara de una obra de defensa. 38De la argumentación de Taylor sobre la identidad se desprende otra importante cuestión: la conexión entre identidad y bien. En el presente artículo se estudia la crítica que ha formulado al liberalismo el filósofo canadiense Charles Taylor. Mas bien atañe a lo que hace que valga la pena vivir” (Taylor 1996: 18). Esto significa que los seres humanos estamos “encarnados” en la naturaleza y en la sociedad, lo cual no contradice la posibilidad de ser libres. Sólo habrá derecho a hacerlo sobre la base de un daño que ella pudiera causar a otros. Pero, ellas también guardan relación, por otra parte, con realidades y opciones políticas que afectan profundamente nuestra actual convivencia. La tercera tiene que ver con el carácter democrático de la sociedad: para que éste realmente se cumpla, se requiere un concepto más rico de bien, que incluya la participación y el autogobierno. -Idem (1994 a), “El debate entre liberales y comunitarios”, Revista de Humanidades Nº 2, Universidad Nacional Andrés Bello, Santiago. Y es justamente en esta afirmación de autosuficiencia donde el atomismo fundamenta –reconózcanlo o no sus defensores- la primacía de los derechos, en particular el de escoger el propio plan de vida. La democracia liberal es un tipo de democracia en el que se combinan elementos de la democracia representativa con los principios del liberalismo político.En una democracia liberal, el gobierno es elegido por el pueblo a través de elecciones libres y justas, y el poder político está limitado por leyes y normas constitucionales que protegen los derechos y libertades . Se manifestó luego esta tradición, de diversos modos, en el renacimiento florentino, para hacerse nuevamente presente en Inglaterra y Estados Unidos en los siglos XVII y XVIII. Esta obra constituiría, según Carlos Thiebaut, la culminación de Fuentes del yo, y fue publicada, en una primera versión canadiense, bajo el título The Malaise of Modernity (El malestar de la modernidad), lo que corresponde más exactamente al contenido o idea general de este ensayo). El comunitarismo se ha distinguido por oponerse a muchos de los postulados del liberalismo, criticando, fundamentalmente, aquellos elementos de las ideologías liberales que menosprecian la comunidad en favor de la libertad individual y el individuo [1]. Description. Brasil en la integración de América Latina, Educación. En el presente artículo se estudia la crítica que ha formulado al liberalismo el filósofo canadiense Charles Taylor. Este hecho se manifiesta de múltiples maneras. La teoria critica, in questa prospettiva, si legittimerebbe grazie allo svelamento dell'oppressione che si può riconoscere in qualsiasi relazione sociale. Considera Rawls que una sociedad justa será aquella que afiance y proteja los derechos y libertades de los individuos para realizar esos planes, y entregue los recursos correspondientes a ese mismo fin. Otra es que cada representación individual de un rol es un acto de paroleque presupone un trasfondo de langue; y ésta a su vez es sostenida a través de actos constantemente renovados. 52Lo cierto, en todo caso, es que estaríamos frente a una influyente concepción de la naturaleza y la condición humana, que ve la sociedad como un agregado de individuos al servicio de objetivos individuales. la critica comunitarista al liberalismo rawlsiano - I-LEX. cit. 8En una conferencia dictada en Chile sobre el tema, Taylor valora los “debates en curso” como “extremadamente interesantes”, pero sostiene que llamarlo “debate liberal-comunitario” constituiría en cierto modo un error: “Parte de la razón por la cual este nombre no es totalmente correcto es que el debate se produce con distintos tipos de liberalismo” (Taylor 1994 a: 63). PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO Y PENSANDO AL MUNDO DESDE BOLIVIA, GLOBALIZACIONES Antiglobalización y antirecolonización SXXI Coca SXXI Cocaína y drogas SXXI Conflictos de los migrantes SXXI Economía comunitaria SXXI Economía de Estado SXXI los regímenes nazis, fascistas y comunistas justificaron sus políticas opresivas y de exterminio de. Éstos están relacionados con asuntos como el atomismo y el holismo, el individualismo y el colectivismo. Al menos, no sería ésa una intención consciente y manifiesta de autores como Sandel, MacIntyre o Walzer. Gedisa, Barcelona. incorporan lo que es importante para nosotrosen nuestra vida, lo que nos importa en cuanto sujetos humanos. El ser humano es, precisamente, un ser a quien las cosas le importan. Paidós, Primer semestre, Barcelona. Download Full PDF Package. El yo sólo existe en lo que Taylor llama la “urdimbre de la interlocución”, y es esta urdimbre difícilmente se ve desde las concepciones individualistas que se han desarrollado en la cultura moderna. 18La primera es una razón antipaternalista: cada persona debería ser libre de perseguir su propia concepción del bien y no hay razones para restringir la acción de esa persona alegando su propio bien. Tal exigencia lo es en un sentido fuerte. 31Lo anterior se refleja en la tendencia, que puede observarse en nuestro tiempo, a omitir toda ontología moral que articule o respalde nuestras nociones y opciones morales. Ambas objeciones están dirigidas contra la exclusión por parte del liberalismo procedimental de una concepción socialmente aprobada del bien”. Para el otro, hemos de reconocer y aun fomentar la particularidad. Autonomía v Autenticidad. La democracia liberal. -Idem (1997 b), “La irreductibilidad de los bienes sociales”, en Argumentos filosóficos. Universidad Católica de Chile, Santiago. Más bien, significa que toda aspiración a la libertad debe partir del reconocimiento de las condiciones físicas, culturales y sociales en las cuales nos situamos. Esta se ha centrado más bien en lo que es correcto hacer y no en lo que es bueno ser. Bick, Mimi (1995), El debate entre liberales y comunitaristas, Universidad Nacional Andrés Bello, Santiago de Chile (en las referencias siguientes se omitirá el país). Paidós, Barcelona. 23Ahora bien, las reflexiones de Taylor a propósito del debate entre liberales y comunitarios tienen alcances más amplios, que de alguna manera representan, como ya dijimos, tanto objeciones a la forma en que éste se ha planteado como, al mismo tiempo, posturas que abren nuevas perspectivas. Lo que en las repúblicas resulta esencial es que están animadas por una idea de un bien común inmediatamente compartido: “el vínculo de solidaridad con mis compatriotas en una república en funcionamiento está basado en un sentido de destino compartido, donde el mismo compartir es valioso” (Ibid: 248). Ahora bien, al autor canadiense le parece que en el caso de lo que se ha dado en llamar frecuentemente el debate liberal-comunitario, aquellos que se definen como liberales tienden a considerar la sociedad liberal solamente en los términos del primer modelo, es decir, como una sociedad dedicada a defender los derechos de los individuos. Seguridad y democracia: ¿antinomia irreductible? La primera de estas dimensiones consiste en nuestro sentido de respeto y obligación hacia los demás; la segunda en lo que entendemos que hace que una vida sea plena; y la tercera en un abanico de nociones referentes a la dignidad o a las características por las que nos pensamos a nosotros mismos como merecedores o no merecedores de respeto. La aserción aquí es más fuerte: a través de las emociones somos capaces de darnos cuenta de qué es el bien para nosotros en cuanto sujetos humanos” (Carrasco 2001: 34). No es sólo estar abiertos a la realidad y por tanto ser capaces de identificar nuestro bien en cuanto somos cuerpo o nuestro bien en cuanto somos animales (supervivencia, reproducción, etc.). Con todo, este punto de vista no obliga a estos teóricos a concordar con la proposición de que las acciones y evaluaciones de los individuos no tienen un lugar en el trabajo teórico social. Vale decir, “nuestra comprensión de nosotros mismos es constitutiva de lo que nosotros somos o, dicho de otro modo, que al menos algo de lo que nosotros somos depende de lo que nosotros pensamos que somos”. En particular, el patriotismo se basa en una identificación con los demás en una empresa particular común; se ubica entre la amistad o el sentimiento familiar, por un lado, y la dedicación altruista, por otro. Comments. No se trata solamente, en efecto, de la decisiva influencia teórica y práctica que esta corriente de pensamiento ha tenido y mantiene en la sociedad, sino de las fuertes y variadas reacciones, no siempre favorables, que suscita. Entre otras cosas, afirma que una conversación no es la coordinación de acciones de diferentes individuos, sino una acción común en este sentido fuerte e irreductible: se trata de nuestra acción. “Es imposible –dice Taylor- que un destello me haga saber si he logrado la perfección o estoy a medio camino de ella” (Taylor 1996: 64). Porque el lenguaje mediante el cual elaboramos nuestra identidad sólo existe y se mantiene en una comunidad lingüística. Rawls, John. Y en cierto. la forma que adquiere la actual crítica comunitaria al liberalismo reitera el. Agrega Thiebaut que, de acuerdo a este planteamiento, esos marcos irrenunciables “son, de hecho, la matriz de nuestra moral, el horizonte sobre cuyo fondo y a cuya luz se recortan e iluminan todos nuestros actos de valoración, de preferencia, de elección. Ambas relaciones, la distinción y la conexión, no han sido adecuadamente apreciadas, lo cual, a su juicio, confunde el debate. Algunas formas de utilitarismo son herederas de estas doctrinas. 1El liberalismo constituye*, sin duda alguna, la filosofía política más importante del mundo occidental. Se plantea en el trabajo la hipótesis de que dicha crítica se sustenta en una filosofía de carácter comunitarista, la que puede servir de base a un proyecto de convivencia social distinto al liberal. Guariglia, Osvaldo (1996), Moralidad, ética universalista y sujeto moral, Ed. Fondo de Cultura Económica, México. Quedaría para analizar en otra oportunidad el diagnóstico que Charles Taylor hace de la sociedad moderna, y de lo son que para él sus tres componentes fundamentales: el individualismo, la razón instrumental y las instituciones de la sociedad tecnológico-industrial. Cet article étudie la critique du libéralisme formulée par le philosophe canadien Charles Taylor. Una presentación del comunitarismo a través de la obra de A. Etzioni y A. MacIntyre”, en revista SistemaNº 124, Madrid. Buen vivir : ¿alternativa postcapitalista? Es lo que se hará en el próximo acápite. Por una parte, podría utilizarse para argumentar que, en la medida que en que el yo totalmente desvinculado es una imposibilidad humana, el modelo atomista extremo de sociedad es una quimera. Sandel hizo ver que el punto de vista de Rawls parece implicar que los seres humanos son primero individuos y sólo más tarde se integran a la sociedad, en circunstancias de que ellos sólo son humanos dentro de un entorno social. 48Para el atomismo filosófico, las totalidades “han de ser entendidas en términos de las partes que las componen –y las sociedades están hechas de los individuos-. Una segunda objeción ha consistido en que Rawls parece suponer que los seres humanos sólo se interesan por sus planes de vida y no tienen valores comunitarios. De una u otra manera, tanto pensadores comunitarios como liberales han señalado aproximaciones o distanciamientos frente a las ideas centrales del republicanismo. Porque sólo somos yoes en las cuestiones que son importantes para nosotros: “lo que yo soy como un yo, mi identidad, está esencialmente definido por la manera en que las cosas son significativas para mí. -Idem (1997 a), “Equívocos: el debate liberalismo - comunitarismo”. This paper examines the criticism that has made to liberalism the Canadian philosopher Charles Taylor. Tampoco se da, con relación al yo, la cuarta característica de los objetos de estudio científico. POLIS, Portal de recursos electrónicos de ciencias sociales y humanidades, Enviar el documento por correo electrónico, Catálogo de 605 revistas. Es un teórico político comunitarista, cuyos trabajos se han centrado en torno a los conceptos de individuo y de comunidad, ha cuestionado la idea que los liberales tienen del individuo como un ser totalmente libre . Según esta perspectiva, existen individuos con inclinaciones, objetivos y planes de vida. en Change Language Creación de nuevas relaciones posibles, Capitalismo tardío y sujetos transformadores, Lo local: ámbito de contención de la globalización “perversa”, Individualismo y bien común: los límites de las instituciones, Saberes (s), ciencias (s) y tecnologías (s), Sustentabilidad y sociedades sustentables. Rawls no ponía en duda que la comunidad forma identidades y que muchos siguen apreciando las relaciones comunitarias, pero cuando se llega a la sociedad política, todo lo que las personas tienen y deben tener en común es esa esfera exigua del Estado de derecho que va a facilitar y defender a los individuos y sus planes de vida. Los eventos y estados que son objeto de estudio en la sociedad están en última instancia formados por eventos y estados de los componentes individuales” (Taylor 1997b: 178). Paidós, Barcelona. Sus promotores reconocen que las ideas comunitarias pueden . La critica de Sandel a los fundamentos deontológicos de la Teoría de la Justicia de Rawls abrió el terreno al debate entre el liberalismo y el comunitarismo al desnudar los . Para Taylor, en cambio, esto pertenece a la clase de cuestiones ineludibles. 32A este respecto, Carlos Thiebaut, un buen conocedor del pensamiento tayloriano, sintetiza el análisis fenomenológico que en aquel libro hace Taylor de nuestra vida moral señalando que dicho análisis nos sugiere que “todo acto, toda valoración moral, están inmersos en una serie de marcosvalorativos que constituyen el horizonte sin el cual no podría realizarse ni ese acto ni esa valoración” (Thiebaut 1992: 69). En el presente articulo se estudia la critica que ha formulado al liberalismo el filosofo canadiense Charles Taylor. 15A continuación, el autor canadiense señala como un momento importante del debate la crítica que hiciera el filósofo norteamericano Michael Sandel a Rawls -luego de que éste publicara, en 1971, su Teoría de la Justicia-, especialmente en relación con el liberalismo y los límites de la justicia. Así, una situación nos produce tristeza, otra alegría, otro temor... Y se trata de que esto es algo objetivo, no en el sentido de que constituya una mera situación externa, sino de que es algo juzgadocomo relevante por la persona que realiza el juicio. Müller, David y Walzer Michael (1996), Pluralismo, justicia e igualdad. Por ello, la búsqueda de su autorrealización lo convierte en el origen de las normas morales. Fondo de Cultura Económica, México. Y en relación a este punto, Taylor destaca un tema que le parece crucial: “dado que el individuo libre sólo puede mantener su identidad dentro de una sociedad/cultura de cierto tipo, debe preocuparse del tipo de sociedad/cultura de modo global. Ello nos está indicando una característica central del pensamiento y el lenguaje, que, dentro de la filosofía contemporánea, en particular Wittgenstein ha destacado: “Un ítem lingüístico dado tiene el significado que tiene sólo a partir del trasfondo de todo un lenguaje. -Idem (1990), “Justicia como “fairness”: política, no metafísica”, en Revista de Ciencia Política Nº 1-2., Universidad Católica de Chile, Santiago. 21En este punto se hacen presentes las cuestiones ontológicas de comunidad e identidad: en los últimos tres siglos -y especialmente en el mundo de habla inglesa-, se ha podido observar el creciente poder de los modos atomistas de pensamiento que “han favorecido la constitución de un sentido común irreflexivo plagado de prejuicios atomistas. (...) El bien común se constituye, sin residuo, a partir de los bienes individuales” (Ibid: 248). Para apreciar mejor lo anterior, Taylor plantea en este punto un interesante e importante tema, relacionado con la distinción entre mis (o tus) asuntos y los nuestros, tanto en el plano del lenguaje como en el de los bienes. 37 Full PDFs related to this paper. 28Taylor se propone “explorar el trasfondo que respalda algunas de las intuiciones morales y espirituales de nuestros coetáneos en lo concerniente a nuestra naturaleza y situación espiritual”, considerando una gama de asuntos más amplia de lo que se suele habitualmente describir como “moral” (Taylor 1996: 17-18). -Idem (1990 b), “El atomismo”, en Derecho y moral. 39Taylor menciona cuatro características de los objetos de estudio científico: (a) El objeto de estudio se toma “absolutamente”, no por su significado para nosotros, para un sujeto cualquiera, sino “objetivamente”; b) el objeto es lo que es, independientemente de cualquier descripción o interpretación que de él ofrezca un sujeto cualquiera; (c) en principio sería posible captar el objeto en una descripción explícita; (d) en principio sería posible describir el objeto sin referencia a su entorno. Algunas cosas tienen valor para ti y para mí, y algunas cosas tienen valor esencialmente para nosotros” (Taylor 1997a: 250). 59La posición ciega a la diferencia parece ser asumida por el liberalismo. 4  El término con que podría ser designada esta última concepción –si bien Taylor no lo utiliza en este artículo- es el de holismo, en cuanto a que en ella toda noción de individuo debe ser comprendida dentro del todo social al que pertenece. En este punto, se tratan especialmente algunos conceptos claves de la filosofía de este autor: el de la dimensión moral de la vida humana y el de la identidad personal. LA CRÍTICA COMUNITARIA A LA MORAL LIBERAL. Mico, Sergio y Saffirio Eduardo (2000), Anunciaron tu muerte. 4Este tipo de interrogantes parece coincidir con el que ha formulado la autora de una exhaustiva investigación sobre el debate entre liberales y comunitarios: “Algunos analistas han calificado al comunitarismo como primo teórico del liberalismo, mientras otros lo consideran su rival. En otro artículo, sostiene que el atomismo filosófico se basa muy profundamente en la moderna tradición de la ciencia social y está ligado a los fundamentos de la moderna revolución científica, y en particular a la obra de Hobbes (Taylor 1997b: 177 – 178). -Idem “Comunitarismo y liberalismo” (1990) Revista de Ciencia Política, vol. "Pues inicialmente manifestar en mi calidad de concejal el rechazo por este secuestro de una lideresa, una madre comunitaria, más de 30 años al servicio de la niñez, hecho que se presenta en . Intenta retratar nuestra identidad con el objeto de que sirva como punto de partida para una renovada comprensión de las transformaciones de nuestra cultura y sociedad en los últimos siglos, y lo hace rastreando “nuestra noción moderna de lo que es ser un agente humano, una persona o un yo” (Ibid: 17). La tentación de negar este hecho, que emana de la epistemología moderna, se ve fortalecida por la generalizada aceptación de un modelo de razonamiento práctico profundamente erróneo, basado en la ilegítima extrapolación del razonamiento de la ciencia natural” (Taylor 1996: 21). cit. Y queda aún por considerar el problema de la identidad bajo ciertos aspectos muy vinculados a las condiciones sociales y culturales de la misma: los derechos colectivos y el multiculturalismo. Como parte de ese planteamiento, se expone la posicion de Taylor frente al . Siempre, claro, dentro del marco de una concepción de sociedad cuyo bien común sería defender y proteger la posibilidad de elaborar y realizar los planes de vida individuales, a la vez que asegurar la distribución igualitaria de los medios para llevarla a cabo. El primero consiste en el desplome de las jerarquías sociales que servían de base al honor, concepto asociado a la desigualdad, y su reemplazo por el moderno concepto de dignidad, relacionado con la idea de universalidad e igualdad entre los hombres. Éstos funcionan independientemente de las interpretaciones que hagamos de nosotros mismos o de lo que significan las cosas para nosotros. • Sin solidaridad no hay buena vida en sociedad ni felicidad individual. Somos, nos definimos a nosotros mismos, por el lugar donde nos situamos respecto al bien. As part of this approach, it states the position of Taylor on the debate over that during the last twenty years or so has been developed between liberal and communitarian philosophers, especially in the Anglo world. En la esfera pública se trata de plantear el problema de si en una sociedad democrática puede conciliarse el trato igualitario para todos los individuos con el reconocimiento de las diferencias específicas que dentro de esa misma sociedad se manifiestan. Un balance. Charles Taylor: una crítica comunitaria al liberalismo político. Pero esto es manifestar otra condición básica para poder entendernos: hemos de asir nuestras vidas en una narrativa” (Taylor 1996: 64). En particular, Taylor ha valorado y ha hecho ver en diversos lugares la vigencia de ciertas ideas republicanas, como el patriotismo o el autogobierno participativo. La tesis y defensa de la primacía de los derechos adolece, en opinión del filósofo canadiense, de incoherencias importantes. Concretamente, se trata de tres tipos de objeción que han surgido desde el comunitarismo. Porque, entre otras cosas, si “defendemos el derecho a las propias convicciones morales, no podemos entonces sostener la primacía de los derechos, es decir, pretender que no estamos obligados por naturaleza a pertenecer a una sociedad y sostenerla”(Taylor 1990b: 115). Pero en general la queja va más allá, pues expone que ese conjunto de principios ciegos a la diferencia -supuestamente neutral- de la política de la dignidad igualitaria es, en realidad, el reflejo de una cultura hegemónica. Por eso mismo, la política de la diferencia ha estado llena, señala, de denuncias de discriminación y de rechazos a la ciudadanía de segunda clase. Para comprender realmente la diferencia entre el liberalismo y el comunitarismo, primero debe comprender que estas dos teorías tienen una concepción ontológica muy diferente del individuo. Este  autor ha estudiado con algún detalle las relaciones de coincidencia y desacuerdo que pueden establecerse entre republicanismo y las corrientes liberal y comunitaria. Estos existen “en la dimensión del significado y exigen un trasfondo de significados disponibles para ser los pensamientos que son” (Taylor 1997b: 179). A través del debate que ha mantenido con el liberalismo, el comunitarismo ha dado un . Lo que no ven esas vertientes es que algunas características válidas para los objetos de estudio científico no lo son para el yo. 44Sin embargo, la narrativa no sólo es importante en la estructuración de mi presente. Mulhall, Stephen y Swift Adam (1996), El individuo frente a la comunidad. 54La propia libertad o autonomía individual, que sin duda los defensores de la primacía de los derechos valoran, sólo ha sido posible gracias al desarrollo de una determinada civilización, en la que a su vez ha surgido y se han formado los individuos. Download Download PDF. O si posee unidad y sentido. Crítica Comunitaria • La crítica comunitaria al liberalismo se basa en el excesivo énfasis que este último pone en los derechos individuales, los procedimientos institucionales y su universalismo. “Pensar, sentir y juzgar dentro de dichos marcos es funcionar con la sensación de que alguna acción o modo de vida o modo de sentir es incomparablemente mejor que otros que tenemos más a mano” (Taylor 1996: 34). -Idem (1996), Liberalismo político, Ed Crítica, Barcelona. Respecto al segundo, introduce dos términos muy útiles, según Taylor, ya que incluso sus opositores pueden adoptarlos y discrepar sobre su posible aplicación. L’hypothèse formulée dans ce travail se base sur le fait que cette critique est fondée sur une philosophie de caractère communautariste, qui peut servir de base à un projet de convivialité sociale différent du projet libéral. En cambio, en una sociedad libre hay que reemplazar esta coacción por algo más, que sólo puede ser una identificación voluntaria con la polis por parte de los ciudadanos. Ahora bien, en el centro de la interpretación tayloriana de lo que es ser un ser humano está la idea de moralidad, entendida ésta como algo objetivo que se da por intermedio de las emociones humanas. Download Download PDF. La profesora de política de la Universidad de Princeton, Amy Gutmann, señala, a ese respecto, que “en estos días resulta difícil encontrar una sociedad democrática o democratizadora que no sea la sede de una controversia importante sobre si las instituciones públicas debieran reconocer –y cómo- la identidad de las minorías culturales en desventaja” (1993: 13). 27Esta conexión que Taylor establece entre aquello que somos y el significado del bien para nosotros, es estudiada amplia y profundamente en su obra Fuentes del yo. Y el tercero se refiere a su punto de vista en torno a los derechos colectivos y el multiculturalismo. Taylor, Charles (1990 a), “Lo Justo y el Bien”, Revista de Ciencia Política Nº 1-2, Universidad Católica de Chile. Artal la casta, María, Maragnat Edgar y Pérez José (1995) “Individualismo y análisis comunitarista. Dicha estructura resulta así para cualquier acción situada, desde la más trivial hasta la cuestión esencial de mi lugar en referencia al bien. Betegón, Jerónimo y Páramo Juan Ramón (comps.) Es más, según Roberto Gargarella, “el republicanismo ha servido como “lugar de reposo” de comunitaristas y liberales “críticos” -incómodos dentro de las tradiciones de las que formaban parte”- (Gargarella 1999: 161). Enseña actualmente filosofía y ciencia política en la Universidad McGill, de Montreal. 42Pero hay otra importante cuestión relacionada con la vida humana que para Taylor se plantea de modo ineludible: la de responder por el valor y dirección que para cada persona ésta adquiere. Pero, al mismo tiempo –y este es el otro aspecto-, lo hacemos manifestando pretensiones y consideraciones, valoraciones en definitiva, que tienen que ver con la naturaleza y la condición humana. La critica comunitaria del liberalismo. La construcción de la identidad moderna (editada en inglés en 1989, y en español en 1996); La ética de la autenticidad (en inglés en 1991 y en español en 1994); El multiculturalismo y la política del reconocimiento (1992 en inglés y 1993 en español; Argumentos filosóficos (en inglés en 1995 y en español en 1997). Estructura el campo de posibilidades con más claridad, y ello nos deja ante alternativas para las que necesitamos alguna normativa, argumentos deliberativos, para decidir. Report. Según Taylor, la manera en que pensamos, razonamos, argüimos y nos cuestionamos sobre la moral presupone que nuestras reacciones morales tienen estas dos condiciones: no son meros sentimientos “viscerales”, sino que también implican el reconocimiento de las pretensiones respecto a sus objetos. Uno de ellos es casi instintivo: actuamos de una u otra manera ante los demás como lo hacemos frente a algo que nos apetece o repugna, que nos atrae o nos repele. No puede, siguiendo el modelo anarquista que Nozick presentó, (...) preocuparse únicamente de las elecciones individuales y las asociaciones formadas por estas elecciones, en detrimento del marco en que estas elecciones pueden ser abiertas o cerradas, ricas o escasas. Uno es un yo sólo entre otros yoes. 1  Charles Taylor, Ph. 57Taylor analiza, a ese respecto, dos fenómenos ocurridos en estos últimos siglos, cuya comprensión puede contribuir a entender ese problema y aportar a su solución. Gutmann, Amy (1993), “Introducción a Charles Taylor”, en El multiculturalismo y “la política del reconocimiento”, Ed. (1990), Derecho y Moral. Perfil e instrucciones para presentación de artículos. Siglo del Hombre Editores, Universidad de Antioquia, Santafé de Bogotá. 20En un régimen despótico, la disciplina se mantiene mediante la coacción. 14La primera sostiene que la teoría rawlsiana refleja el moderno liberalismo individualista y que es una visión moralmente empobrecida del bien humano: “Alasdar McIntyre es ciertamente el exponente más importante, más inteligente y de mayor prestigio entre los que hacen esta crítica”. Nos referimos especialmente a la del llamado “atomismo político”, que representa una concepción acerca del hombre y la sociedad de gran significación histórica, y a la que Taylor ha dedicado particular atención. Category: Documents >> Downloads: 2 16. views. La relación entre estas dos categorías de cuestiones es compleja, según el mismo autor: por una parte son distintas, en el sentido de que tomar una posición con respecto a una no nos precipita hacia la otra. Asimismo, se nos plantea el problema de la dirección de nuestras vidas. Y aquí aparece la crítica de Torqueville, Sandel, Walzer y la mía propia, dice Taylor, al planteamiento de Rawls. Abstract. Renato Cristi. 13En este punto, Taylor plantea lo que él entiende como “desafío comunitario”. En el presente artículo se estudia la crítica que ha formulado al liberalismo el filósofo canadiense Charles Taylor. Uno de ellos es el de “concepción integral” del bien y el otro de “consenso traslapado”: las diferentes “concepciones del Bien se traslapan y este es el punto de consenso, el eje alrededor del cual se organiza una sociedad política”. Asimismo, muchas teorías liberales combinan estos modelos y de ello resulta un “liberalismo complejo”. judíos, gitanos y desidentes, a nombre de la comunidad . Peña, Carlos (2001), “La tesis del “consenso superpuesto” y el debate liberal – comunitario” en Estudios Públicos, Nº 82, otoño, Santiago de Chile. Por eso, no se limita a presentar objeciones como las señaladas, sino que participa en este debate entregando también su opinión sobre los problemas mismos, tanto en los dos artículos ya mencionados, como en su ensayo “Lo Justo y el Bien”. “El pensador canadiense observa que estas emociones –las que sentimos ‘en cuanto sujetos’-, son precisamente la base de nuestra comprensión de qué es ser un ser humano, en contraste con ser un mero cuerpo o un mero animal. Giros políticos y horizontes inciertos en América Latina, Prácticas de resistencia en pandemia. (Camps 2001: 83 – 86). 55Se observa aquí un concepto de libertad distinto al de libertad absoluta, característico de la filosofía moderna. Ello no quiere simplemente decir, aclara Taylor, que el hombre aislado no puede sobrevivir, sino que los hombres desarrollan sus capacidades específicamente humanas en sociedad 4. Transcript. Por eso, las llamadas “crisis de identidad” representan “una aguda desorientación que la gente suele expresar en términos de no saber quiénes son, pero que también se puede percibir como una desconcertante incertidumbre respecto al lugar en que se encuentran. Si bien hay experiencias instantáneas que nos hacer sentir que tenemos respuestas frente a tales cuestiones, las dudas permanecen acerca de cómo tomar esos instantes. 16Si bien para muchos comunitarios esta visión siguió siendo estrecha, Rawls, por su parte, actualizó su posición con dos nuevos argumentos, uno de factoy otro normativo. Sostiene que la intimidad es un fenómeno esencialmente dialógico: es una cuestión relacionada con lo que compartimos, con lo que es para nosotros; hace notar que el paso del para-ti-y-para-mí al para-nosotros, el paso al espacio público, es una de las cosas más importantes que ocasionamos en el lenguaje, y cualquier teoría del lenguaje debe tenerlo en cuenta. Avanzando en el razonamiento, lo anterior lleva a nuestro autor a sostener que un lenguaje es creado y sostenido en los continuos intercambios que tienen lugar en una determinada comunidad lingüística, la que constituye entonces el locus del lenguaje, excluido, sin embargo, por el individualismo metodológico. Estas emociones (deseos, aspiraciones, motivaciones, etc.) Paidós, Buenos Aires. Esto ya sería bastante malo si el molde en sí fuese neutral: si no fuera el molde de nadie en particular. Pero si el holismo implica que en dichas interpretaciones se priorice por aquellos rasgos que no pueden reducirse al comportamiento o a las predisposiciones de los distintos individuos, entonces sí lo es” (Bick 1995: 121). Thiebaut, Carlos (1992), Los límites de la comunidad (Las críticas comunitaristas y neoaristotélicas al programa moderno), Centro de Estudios Constitucionales, Madrid. Los filósofos comunitarios han hecho ver un conjunto de errores y limitaciones de los razonamientos y las propuestas liberales. Argumentos filosóficos. Camps, Victoria (2001), Introducción a la filosofía política, Ed. Fondo de Cultura Económica, México. Lo importante no es sólo donde estamos, sino hacia dónde vamos. 49Sin embargo, lo que no advierte el atomismo es la peculiar naturaleza de los pensamientos. IV.Revisión del concepto formalista y contractualista del derecho Según Walzer, los comunitaristas emplean dos buenos argumentos para criticar las teorías políticas universalistas de cuño kantiano, pero aunque se trate de dos buenos argumentos, resultan incompatibles entre sí. La tesis aquí es, más bien, que vivir dentro de esos horizontes tan reciamente cualificados es constitutivo de la vida humana y que saltarse esos límites equivaldría a saltarse lo que reconocemos como integral, es decir, lo intacto de la personalidad humana” (Taylor 1996: 43). 3  En este sentido, según Alejandra Carrasco, los razonamientos de Taylor evocan en muchos aspectos la fenomenología de Heidegger (Carrasco 2001: 28). Open navigation menu. Carlos Donoso Pacheco, «Charles Taylor: una crítica comunitaria al liberalismo político », Polis [En línea], 6 | 2003, Publicado el 23 septiembre 2012, consultado el 12 enero 2023. Esto quiere decir que, para Taylor, aquello que el hombre tiene de específico no puede ser captado por las metodologías de las ciencias naturales. 61Pero este tema del multiculturalismo y los derechos colectivos, al que Taylor ha dedicado especial atención, nos conecta con un conjunto de preocupaciones más amplias del pensador canadiense respecto a la sociedad moderna, la que, como se dijo anteriormente, ha sido objeto de un esclarecido diagnóstico -acompañado de sugerentes propuestas- en una obra breve e importante: La ética de la autenticidad. Se manifiestan en este debate distintas visiones filosóficas sobre el hombre y sus relaciones de convivencia. Por consiguiente, la sociedad supuestamente justa y ciega a las diferencias no sólo es inhumana (en la medida en que suprime las identidades) sino también, en una forma sutil e inconsciente, resulta sumamente discriminatoria” (Taylor 1993: 67). 11Equívocos como los señalados y otros análogos, puestos en evidencia a propósito de distintos argumentos y razonamientos de Sandel en su discusión con Rawls, constituyen, a juicio de Taylor, tergiversaciones que tienen lugar debido a una muy extendida insensibilidad hacia la diferencia entre los dos tipos de cuestiones. III.La crítica al concepto formalista kantiano del derecho. La incomprensión de este fenómeno de circularidad, lleva al individualismo metodológico a fracasar en su intento de explicar los procesos sociales. Aquellos que simpatizan con el comunitarismo tienden a catalogarlo como una doctrina humana liberadora; sus más fervientes detractores, en cambio, afirman que no sólo es un simple rival del liberalismo, sino su rival más peligroso. Surgen además “interrogantes en torno a la viabilidad de una sociedad que verdaderamente quiera enfrentarse a estas especificaciones, así como aparece también una cuestión acerca de la aplicabilidad de esta fórmula, más allá de los Estados Unidos (y quizás Gran Bretaña) –donde el liberalismo se ha desarrollado principalmente-, en otras sociedades, que prima facietienen también derecho a llamarse liberales. En otras palabras, puede acusarse a la teoría de poco realista y de etnocéntrica. La cuestión de los marcos referenciales vendría a ser algo artificioso. Comencemos por esto último. El yo jamás se describe sin referencia a quienes lo rodean” (Ibid: 51). “A la luz de lo que comprendemos como identidad, la imagen de un agente humano libre de todos los marcos referenciales representa más bien a una persona dominada por una tremenda crisis de identidad” (Taylor 1996: 47). “Aquí, dice Charles Taylor, conectamos con otra rasgo ineludible de la vida humana. Entre ambas, langue y parole, se da una relación circular: “Todos los actos de parole presuponen la existencia de la langue y ésta es constantemente recreada en los actos de parole” (Ibid: 183). Pero, tampoco son completamente independientes, porque la posición a nivel ontológico puede convertirse en parte del trasfondo esencial con respecto a la posición que se decide defender. “Las diferentes argumentaciones ontológicas procuran articular esas pretensiones. A no dudarlo, intentar la superación de los equívocos parece importante para Taylor si se desea esclarecer debidamente temas de filosofía y de teoría política verdaderamente significativos. Si por definición, el holismo ha de erradicar de las interpretaciones de los fenómenos sociales la manera en que los individuos piensan y evalúan sus acciones, entonces Taylor no es holista. Gargarella, Roberto (1999), Las teorías de la justicia después de Rawls, Un breve manual de filosofía política, Ed. 12Taylor aborda, en efecto, los temas discutidos por liberales y comunitarios, expresando su punto de vista, generalmente crítico, frente a los argumentos liberales y, en particular, a los argumentos de Rawls. Lo que ellas tienen en común con las cuestiones morales es el que en unas y otras se implica lo que Taylor llama una fuerte valoración, vale decir, la discriminación entre lo correcto y lo errado, lo mejor y lo peor, lo más alto y lo más bajo, que “no reciben su validez de nuestros deseos, inclinaciones y opciones, sino que, por el contrario, se mantienen independientes de ellos y ofrecen los criterios por los que juzgarlos” (Ibid: 18). Pues bien, Taylor emprende, en Las fuentes del yo, la tarea de recuperación de la ontología que articula nuestras reacciones morales. Por otra parte, según Taylor la importancia de las situaciones pueden ser de algún modo independientes de nosotros –como por ejemplo los que provienen de fenómenos naturales que amenazan nuestra vida- o, por el contrario, depender del sujeto que las experimenta –como el sentir o no vergüenza frente a una situación determinada-. El bien es lo que compartimos, y a esto Taylor lo denomina bienes “inmediatamente” comunes. En tercer lugar, expone críticamente las tres grandes concepciones-modelo que intentan hacerse cargo del pluralismo cultural. 41Dice Taylor que no habría manera de ser introducidos a la “personeidad” (personhood) si no fuera por la iniciación en un lenguaje: “Aprendemos primero nuestros lenguajes de discernimiento moral y espiritual al ser introducidos a una conversación permanente por quienes están a cargo de nuestra primera crianza: los significados que tendrán para mí las palabras clave serán primero los significados que ellas tengan para nosotros, es decir, para mí y mis compañeros de conversación” (Taylor 1996: 51 – 52). Por otra parte, muchos de sus razonamientos están apoyados en la experiencia de Quebec, donde una sociedad ciertamente liberal ha puesto en práctica, sin embargo, una política de protección a la lengua y a la cultura francesas dentro del territorio canadiense. Liberalismo ️ Ludwig von Mises Resume de manera sencilla los conceptos básicos liberales, además de mostrarnos un análisis económico liberal y una fuerte crítica al sistema socialista. Frente a esta razón, Taylor responde que la situación cambia si consideramos que hay otro tipo de bienes, “que en realidad no son buscados por muchas personas, pero que sólo pueden ser buscados en común, bienes que sólo pueden lograrse en común”, como es el caso de los tres ejemplos señalados para indicar que hay posibilidades de consensos más amplios que el del Estado de derecho: el acuerdo en mantener ciertas culturas tradicionales, el consenso en preservar una sociedad participativa y el fuerte sentido de solidaridad de la comunidad (Taylor 1994a: 70). Así, pues, “dar sentido a mi acción actual, cuando no se trata de una cuestión baladí como dónde debo ir en el transcurso de los próximos cinco minutos, sino de la cuestión de mi lugar en relación al bien, requiere una comprensión narrativa de mi vida, una percepción de lo que he llegado a ser que sólo puede dar una narración” (Taylor 1996: 65). Estos bienes contrastan con otros que disfrutamos colectivamente, pero a los que llama “convergentes”, para indicar la diferencia. Consideremos aquí uno de esos ejemplos. (Taylor 1997a: 246) El problema de la viabilidad se relaciona con el hecho de que toda sociedad exige determinados sacrificios y demanda cierta disciplina de sus miembros. Éste fue creado en 1990 con la intención de proveer un foro donde el pensamiento comunitario se modernizara. Y una tercera razón responde a la convicción de que sería inequitativo para la sociedad adoptar una visión del bien por sobre otra, favoreciendo a los que están de acuerdo con ella y desfavoreciendo a los que no lo están. Lo ontológico ayuda, pues, a definir las opciones que tiene sentido apoyar mediante la defensa. XII, Nºs 1-2, Universidad Católica de Chile, Santiago. Capítulo II: Críticas al Liberalismo: La perspectiva Comunitaria. Miradas interseccionales, Re-imaginando diversidad en la academia, en tiempos de activismo feminista y pandemia. El bien central de la tradición cívico - humanista es el autogobierno participativo, el ideal ciudadano 2. Sus planteamientos se orientan, en cambio, entre otras cosas, a la necesidad de valorar adecuadamente las esferas comunes de convivencia y de buscar el bien común por sobre los intereses meramente individuales. Barrón plantea que muchos republicanos en el continente no evolucionaron al liberalismo, como fue el caso de Lucas Alemán, considerado uno de los . La propia respuesta a la pregunta sobre quién es una determinada persona, que surge a partir de un intercambio entre hablantes, se define de acuerdo al lugar en el que se encuentra quien habla, quien responde: árbol genealógico, status y funciones sociales, relaciones íntimas con aquellos a quienes se ama, espacio de orientación moral y espiritual dentro del cual se dan las relaciones definitorias más importantes. Ante lo cual Taylor argumenta que el problema se supera si se hace la distinción entre coerción y respaldo, en el sentido de que el primero sería efectivamente inaceptable para imponer un determinado bien, en tanto que el segundo es plenamente legítimo para estimularlo (Taylor 1997a: 246). Las críticas comunitaristas al liberalismo igualitario. Lo haremos desde la perspectiva que ha adoptado el ya mencionado pensador Charles Taylor, en razón de sus reconocidos méritos dentro de la filosofía política actual; la originalidad y actualidad de su pensamiento; y, su interesante posición frente al debate: en cierto sentido, al menos, a Taylor se le puede considerar como liberal, pero por otra parte expresa un enfoque filosófico y político coincidente con aspectos básicos de la visión comunitaria, al punto de que se le menciona frecuentemente entre los pensadores comunitarios. Se plantea en el trabajo la hipótesis de que dicha crítica se . Ahora bien, lo que hace aparecer al individualismo metodológico como algo “autoevidente” es el hecho obvio de que las sociedades no consisten en otra cosa que en seres humanos y, así, todo lo que a la postre uno puede encontrar en las entidades sociales es “un puñado de organismos humanos interactuando” (Ibid: 179). Carrasco, Alejandra (2001), Ética y liberalismo, RIL editores, Santiago.