; Galgano, Il diritto privato tra codice e Costituzione, Bologna, 1978, p. 72 ss. 76"Sería sin duda inexacto decir que el fenómeno jurídico del contrato impuesto o forzado es exclusivamente producto del dirigismo: el hecho es que existe en la legislación anterior y en el propio código civil, en los casos en los cales una persona se encuentra, sin haberlo querido, implicada en una relación contractual": R. Morel, Le contrat imposé, en Le droit privé français au milieu du xxe siècle, II, Paris, 1950, p. 116. ¿ Orden público de protección (u orden público social) y orden público de dirección (u orden público económico propiamente dicho)? Teil d. deutsch. La idea de la bipartición del derecho, en un derecho que expresa los intereses generales, pro pios de la comunidad, y un derecho que expresa los intereses de los particulares, lo mismo que la lógica y consiguiente subordinación del derecho privado al derecho público y de los intereses particulares a los intereses generales, es una idea antigua y consolidada. 1. A tales eventos es conveniente agregar la fijación por parte del Estado (Oficina de control de precios, Superintendencia de precios, etc.) cit., p. 7. El ministerio público reconoce que cuando el agresor es reincidente "la actual pareja denunciante tiene mayor riesgo de ser agredida nuevamente", pero advierte de la colisión con el derecho . "El acto no es merecedor de tutela por el solo hecho de no ser ilícito, como expresión de un valor de suyo válido, puesto que la autonomía privada no es un valor de por sí, sino que puede serlo, y dentro de ciertos límites, si y en cuanto responda a un interés merecedor de tutela": Perlingieri, ob. Los actos de autonomía privada son los negocios jurídicos porque los autores crean un reglamento de intereses o un programa de funcionamiento. En Exitosa, el cardenal Pedro Barreto, se pronunció sobre las protestas en Puno. Friedmann, Recht und sozial Wechsel, Frankfurt a.M., 1969, pp. Caso único de ejecución específica de la obligación de hacer, con un subrogado personal jurídicamente calificado73. A propósito de la relación entre contenido y efectos: "La distinción entre con tenido y efecto se encuentra recomendada en nombre de dos argumentaciones, de las cuales una es puramente lógica, y la otra corresponde a nuestro derecho positivo. priv., cit., n.° 12, p. 806 ss. "Orden público político esencialmente negativo, de prohibición; orden público económico, generalmente positivo, de ordenación (...). Globalmente contemplado, el orden público aparece, en todo caso, como una noción singularmente más rica de lo que se la creyó en el siglo pasado (...). 13 y 21 de mayo de 1968, cit. Te damos la bienvenida a una nueva edición de nuestra newsletter de 'El Derecho de los Negocios', donde encontrarás una selección de los temas más destacados del boletín semanal 'Expansión . La mayoría de los trabajos ya han sido publicados, pero el afán de facilitar su divulgación, en especial entre los estudiantes, nos lleva a volverlos a presentar, seguros no solo de su utilidad, sino también de su permanente actualidad. Presentación. 72"La declaración de voluntad contenida en la sentencia toma el lugar de la declaración rehusada por el promitente, en concurso con la declaración de voluntad del promisario, contenida en la demanda judicial, y sirve para constituir el subrogado del acuerdo (o consentimiento; esa sentencia es de acertamiento constitutivo o, como se dice corrientemente, es una sentencia constitutiva": Messineo, Contratto preliminare, EdD, X, Milano, 1962, p. 182. La norma jurídica valorará ese reglamento . 73La regla nemo facere cogi neguit, que señala la prohibición de constreñimiento directo en las obligaciones de hacer, rige para todas ellas, con la salvedad de las de celebrar un negocio jurídico, donde el acreedor, con la mediación jurisdiccional, obtiene una verdadera satisfacción in natura, aun a contrariedad del deudor. Cada una de las figuras que tienen nombre y disciplina en la ley (tipicidad legal), por ese solo hecho ha de ser considerada con una función digna de apoyo de parte del ordenamiento, o, si se quiere, reconocida como socialmente útil31, con la sola salvedad de que la ley resulte inexequible a causa de su contrariedad con los dictados fundamentales de la organización política en vigor: contraria a la orientación constitucional imperante para cuando se expidió o reñida con los principios expresados en una enmienda constitucional posterior, anulada en uno u otro caso dentro de un afán de homogeneidad doctrinaria y de legitimidad normativa32. dir. priv., cit., p. 799; v. supra nota 16. ¿Habrá de juzgarse con un rasero distinto la conducta de los candidatos a partes y la conducta de las partes (arts. ): mejor que 'ignorar' es 'poder ignorar' las circunstancias, sin haber incurrido en error o culpa, no obstante haber puesto en ellos la diligencia que se puede esperar y exigir de una persona honesta (no exigibilidad de otra conducta). 868 c.co. Los tipos previstos en la ley toman forma y concreción en la realidad normativa luego de que la práctica de los negocios los ha elaborado y a menudo refinado. 1968, CXXIV, p. 140; cas. Bürg. Más cercana a nuestro tiempo está la idea de un "orden público económico"63 -que entre nosotros suscita recelos por el empleo de la expresión para el abuso de la legalidad extraordinaria en estado de sitio hasta la reforma constitucional de 1968-64. el principio: utile per inutile non vitiatur. Obligación derivada de una conducta socialmente típica (Relación contractual de hecho)": K. Larenz, Lehrbuch des Schuldrechts, i, München-Berlin, 1964, p. 33 ss. 52Cfr. Dictados políticos que señalan terminantemente la primacía del interés social sobre el individual y procuran enrumbar la actividad privada del modo que sea más conveniente para la comunidad entera, como se la considere, en el momento y según las circunstancias, más útil socialmente51. El conjunto de valores, de bienes, de intereses prevalecientes que el ordenamiento jurídico considera y privilegia, su misma jerarquía, permiten concebir e n qué clase de ordenamiento se actúa": id., ob. F. Messineo, Contratto normativo, EdD, X, Milano, 1962, p. 120 ss. L. Sancho M., Madrid, 1969, p. 10 ss. 1. cit. ; Betti, ob. pubb., EdD, IV, Milano, 1959, p. 357. 21. mayo. 1341 del codice civile. En una dirección distinta se ha creído, en cambio, afirmar una política de programación, según la cual las mismas elecciones económicas del particular deberían ser coordinadas, incluso imperativamente, dentro de los ciclos productivos pluripersonales": A. Trabucchi, Istit. 10Cfr. Contenido normativamente impuesto. 75Cfr. 7. 69Valga recordar las máximas antiguas: non omne quod licet honestum est y non omne quod inhonestum est est illicitum. Pero, sin que esto signifique que le sea posible fundarse sobre un ideal universal": Flour et Aubert, Les obligations, I, cit., p. 214. 6. "El derecho a la protesta es una parte inherente de los derechos humanos, pe. Sobre las restricciones de actividades de competencia, cfr. Restricciones y exigencias positivas sobre la autonomía individual, de modo de mejorar las condiciones de vida de quienes se encuentran en las esferas sociales deprimidas. 30 (2) de la codificación), si que también, en general, de la función social de la iniciativa particular37. 1160, así: "Las cláusulas que son de uso han de incluirse en el contrato, aunque no se las exprese". cit., p. 803 s.; J. Haegele & R. Haegele, Vorteilhafte Vertragsabschlüsse, Stuttgart, 1977, p. 22; Perlingieri, ob. 1501 c.c. Cfr. priv., cit., Padova, 1983, p. 665. Todo sin perder de vista con qué facilidad y en qué tan corto tiempo se anda de uno a otro extremo, y que en el presente estamos atravesando un período en donde la pose de moralista es del mejor recibo y produce dividendos, a la vez que crea tensiones, ambiente de sospecha, presunciones de culpabilidad, distorsionantes e intimidadoras. Teil d. deutsch. Entendidas las cargas como aquellos deberes en los cuales la persona, habiendo escogido entre varios intereses suyos uno determinado, ha de hacer esfuerzos y sacrificios (actos necesarios) para alcanzarlo92, en esta perspectiva, hablando de la autonomía privada y de su ejercicio, es preciso tener en cuenta los cuidados y miramientos que incumben a cada sujeto negocial y aun a quien aspira a serlo o ya ha dejado de serlo93: carga de legalidad, carga de lealtad y corrección, carga de claridad, carga de sagacidad y advertencia94. Al margen de la costumbre de emplear junta y alternativamente las dos expresiones de orden público y buenas costumbres46, cabe preguntar si se trata de dos entidades diferentes o de una sola y cuál su relación con las "normas imperativas", ésta especialmente a raíz del art. El código civil italiano, que en Colombia el legislador delegado de 1971 siguió a pie juntillas, dispone a propósito: "Art. Sin embargo, es aquí donde el Estado interviene en distintas formas y por conducto de la ley y del acto administrativo, limitando y dirigiendo la actividad particular, de conformidad con sus dictados políticos, habiendo llegado en algunos casos y sectores de la economía a determinar la mayor parte del contenido negocial, de modo que los particulares se ven limitados prácticamente, tal como en los negocios de derecho de familia, a decidir si celebran o no el negocio, cuyo contenido se encuentra íntegramente o en su mayor parte preestablecido por la ley: valga citar al respecto los ejemplos de los contratos de tenencia de predios rurales y los de arrendamiento de inmuebles urbanos destinados a vivienda, en donde las leyes traen el formulario de contrato al cual han de someterse las partes. 968 ibíd.). 62"Decir que existe un orden público político es poner de suyo límites al individualismo, doctrina imperante en 1804, pero que nunca llegó a ser absoluta. Se habla entonces de contenido legalmente impuesto, tal como corresponde a una realidad evidente81. 64A partir de 1944, entonces, para la introducción de un nuevo derecho del trabajo, se comenzó a emplear los poderes excepcionales del estado de sitio, art. priv., cit., p. 889 s. 95§ 242 BGB: "El deudor está obligado a ejecutar la prestación, conforme se lo exigen la buena fe y la confianza (Treu und Glauben), según los usos del tráfico". Galgano, Negozio giuridico, dottrina generale, cit., y allí Cerroni, Per una critica, etc., P. Barcellon a, Diritto privato e processo economico, Napoli, 1973, S. Rodot à, Il diritto privato nella società moderna, Bologna, 1971. Son expresión de nuestra sociedad caracterizada por la producción y la venta masivas, y una forma de racionalizarlas y de desenvolverse dentro de ellas. por Messineo, Contratto, cit., nota 423, p. 890). de Corte Plena de 12 de noviembre de 1937, que declaró exequible la ley 10 de 1934 (sobre prestaciones sociales del trabajador), donde se cita con acogimiento a Manu el J. Angarita: "hay leyes que se refieren al pasado sin vulnerar ningún derecho adquirido; esas leyes no tienen carácter retroactivo y deben considerarse únicamente como 'retrospectivas'": XLIV, p. 700, y v. el salvamento de voto, p. 711 s. 53Las fórmulas del art. De las clasificaciones estereotipadas de los negocios inmorales, con la atención prevalecientemente dirigida hacia la moral sexual, se ha pasado a una concepción más vasta, a la vez que más dinámica de la moral, posiblemente más próxima al orden público70. J. Quero Molares, Buenos Aires, 1950; id., Le déclin du droit, Paris, 1949; M. Walin e, L'individualisme et le droit, Paris, 1949; R. Savatier, Du droit civil au droit public, Paris, 1950; id., Les métamorphoses économiques et sociales du droit civil d'aujourd'hui, Paris, 1952. di dir. Can. Así mismo, J. Carbonni er, Théorie des obligations, Paris, 1963, p. 154, y J. Ghestin, Traité de droit civil, Les obligations, Le contrat, Paris, 1980, p. 79 s. 70"Es interesante resaltar que en la práctica francesa, la noción de buenas costumbres no se haya contemplado, prácticamente sino con relación a la moral sexual, en tanto que en Alemania la cláusula correspondiente (§ 138, 826 BGB) ha servido para mucho más, especialmente para la represión del abuso del derecho, la lesión, etc. 31 de la Constitución de 1886 prevenía que "cuando de la aplicación de una ley expedida por motivos de utilidad pública, resultaren en conflicto los derechos de particulares con la necesidad reconocida por la misma ley, el interés privado deberá ceder al interés público", y autorizaba la expropiación; que el art. "Cuando, yendo más allá de una enumeración de ejemplos, se busca desentrañar un criterio general, se palpan en la doctrina dos tendencia principales: la una, empírica, consistente en referirse a lo que es normal y habitual, teniendo en cuenta las circunstancias del tiempo y el lugar. Aquí se imponen varias distinciones, según que la libertad contractual esté sometida, más o menos profundamente y, por tanto, en la medida en que se aleje más de la noción tradicional de contrato: A. cit., p. 42. cit., p. 65 ss. Si se pudiera discernir de antemano el criterio, desde el punto de vista práctico mostraría un interés, ya anotado, de diferenciar entre orden público político y orden público económico lato sensu. 65"El orden público económico de hoy reposa en una concepción del todo opuesta a la anterior. Si el juez tuviera la posibilidad de juzgar el caso concreto según la propia visión del mundo, no habría lugar a que el parlamento se ocupara de hacer leyes o a que el ejecutivo (el gobierno) dictara reglamentos u otros proveimientos dotados de fuerza de ley, por cuanto el juez se podría sustraer al respeto de las unas y los otros": Perlingieri, ob. La apreciación en caso de ilicitud es negativa (de reproba ción); en el de ilegalidad es limitativa (de no conformidad); y suspensa, y por tanto de abstención de una estimación normativa (posición de indiferencia), en el caso de intrascendencia": Betti, Teor. Proyecciones de la autonomía privada. Scalisi, ob. En esta perspectiva, la función de límite que el orden público está llamado a desplegar frente a la autonomía negocial, no expresa ni quiere individualizar la exigencia de una supremacía del int erés público sobre el interés individual, y la posibilidad de que éste pueda y deba ceder a aquél, cuando las situaciones concretas así lo exijan; el orden público, como límite de la ac tuación negocial, expresa más específicamente la exigencia de que los particulares, en sus convenciones, no subviertan aquellos valores fundamentales en que se funda el orden social, y que sí las realicen en el respeto de los valores y principios que el Estado considera esenciales y característicos de la organización social en un determinado momento histórico": G.B. ; Id., Aspettativa di diritto, EdD, II, Milano, 1958, p. 231; A. Cataudela, Fattispecie, EdD, XVI, Milano, 1967, p. 940; A. Falzea, Fatto giuridico, EdD, XVI, Milano, 1967, p. 945; F. Santoro-Passarelli, ob. 11. Acerca de las restricciones de la libertad contractual por el principio de Treu und Glauben (buena fe), cfr. Busnelli, Il diritto civile tra codice e legislazione speciale, Napoli, 1984, p. 19; ID., ob. 16"En la política de intervención del Estado se muestran bien claramente seguidas dos directrices, muchas veces en contraste sustancial. Cfr. Friedmann, ob. 2597 codice civile) y, en especial, quien preste servicios de transporte público (art. 42Cabe decir que de tiempo atrás se han considerado el orden público y las buenas costumbres como coordenadas limitadoras de la autonomía particular, cuyo contenido se llegó a pensar invariable. Enneccerus, Niperdey, ob. * Publicado originalmente en Estudios de Derecho Privado, Homenaje al Externado en su Centenario, Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 1986, pp. 68"El juez es independiente, libre, pero para la aplicación de la norma. cit., p. 90 ss. Con la primera se hace presente que el contenido del acuerdo corresponde al mundo del hecho: es una realidad que habría de permanecer, aun cuando el ordenamiento por un instante dejara de reconocer aquel acuerdo. Perlingieri, Profili istituzionali del diritto civile, Camerino, 1975, p. 43. Cfr. En principio tienen libertad para ello: pueden echar mano de figuras que no siendo legalmente típicas tengan tipicidad social o que, cuando menos, muestren un valor que impela al ordenamiento a adoptar una actitud de apoyo, en lugar de la simple indiferencia34. Sobre el contenido legalmente impuesto, cfr. ": Flour et Aubert, ob. Pero el Estado y la familia no son solamente instituciones, marcos cuya organización debe ser respetada. 1º del acto legislativo n.º 1 de 1936, art. 979 c. co. no contempla la celebración forzada, pero sí la continuidad del suministro, que en el derecho colombiano puede ser tanto de bienes como de servicios (art. privato, cit., p. 222 s. 86Sin perder de vista que la redacción de esos formularios puede provenir de terceros 'neutrales' -como sería el caso de los de letras de cambio que se expenden al público-, igual que del mismo empresario -como en los modelos de contratos de compraventa de vehículos y muebles en general a crédito-, o, en fin, de agremiaciones empresariales: los contratos de cuenta corriente, de carta de crédito, de fletamento, de transporte aéreo; y teniendo presente que la 'predisposición' "impone a ambas partes una carga, para que sean eficaces los contratos: al predisponente, una carga de cognoscibilidad, en el sentido de que las ha de hacer conocibles a la contraparte por los medios más idóneos; y a ésta, una carga de diligencia, en el sentido de que debe verificar la existencia y el contenido de las cláusulas uniformes": Mirabelli, Dei contratti in generale, Torino, 1958, p. 99 s. "Un contrato de adhesión es un contrato cuyo contenido contractual está fijado, total o parcialmente, de manera abstracta y general antes del período contractual. 14Cfr. cit., p. 90 ss. 57 Cfr. cit., p. 369 s.; Cris cuoli La nullità parziale del negozio giuridico, Milano, 1959. 10. económico no es definible con referencia a los principios fundamentales que gobiernan la sociedad (...) sino que constituye, por el contrario, la calificación normal de las legislaciones nuevas": Farj at, Droit économique, Paris, 1971, p. 42. id., Le rôle de la volonté dans l'acte juridique en droit civil français et allemand, Paris, 1961, G. Gonella, La crisi del contrattualismo, Milano, 1959, p. 39 ss. cit., nota 19. La parte que lo emplea se ve obligada a soportar, ella sola, el daño de la inercia o negligencia propia; en cuanto le es imputable ('autorresponsabilidad') (...). y del ord. Orden público económico que en oportunidades se manifiesta como tutelar de los intereses individuales en razón de una determinada posición económica, social, jurídica, de tiempo, etc., y en otras actúa como instrumento para la organización, productividad, eficiencia y equidad del sistema económico67. 1418 (1) del codice civile, y si es artificial la distinción entre orden público y buenas costumbres47. ); y agrega que "se entiende por causa ilícita la prohibida por la ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público" (art. Así mismo es oportuno poner de presente que los conceptos jurídicos todos -y a esa constante no podría escapar el de autonomía negocial- están sometidos a la relatividad histórica24, lo que hace que su significado y su actuación varíen al compás de la mentalidad y las prácticas de los tiempos sucesivos, especialmente por lo que respecta a los dictados políticos de la sociedad25. 30 c.n., 10 del acto legislativo n.° 1 de 1936, y la influencia de las constituciones de Weimar y de la República española, así como del pensamiento solidarista de León Duguit). ); y, con expresión tautológica, "en todo contrato prohibido por las leyes" (art. En la óptica del siglo XIX esos grupos son dos: el Estado y la familia. Concepto. ej., arts. 1518, 1519, 1522, 1523 y 1524, y en el lenguaje de la doctrina y la jurisprudencia se emplean las expresiones causa y objeto, con el adjetivo correspondiente a la ilicitud, como sinónimas. "El legislador interviene para establecer una disparidad de tratamiento a favor del contratante más débil, en el empeño de colocar a los sujetos en un plano de paridad sustancial (...). priv., cit., p. 936. Para algunos y por algunos conceptos aquí también hay una indiferenciación total entre orden público y buenas costumbres. cit., p. 118 s. Sobre el contrato forzado para quien ejerce un monopolio, sea como empresario público, sea como particular, cfr. La doctrina es clara y unánime al destacar que, al paso que el orden público político tiene fundamentalmente un sentido negativo, en cuanto ha de verterse en prohibiciones de celebrar determinados negocios jurídicos o de estipular determinadas cláusulas o pactos, el orden público económico tiene un sentido positivo: direccionista. 501 c.p.c. Allí se opera, por mandamiento legal, una sustitución del contenido negocial de contratos celebrados válidamente bajo el imperio de otra legislación y que se encuentran en curso, con el agravante de que no se admite el desistimiento unilateral en razón de la enmienda sucedida, por lo cual sería natural pensar en un empleo prudente y excepcional de esa medida por parte del legislador y en una aplicación igualmente cautelosa de ella, a título de interpretación, por parte de los jueces. cit., p. 154. Intervención del Estado que puede llegar a la estatización de determinadas actividades, favorecida muchas veces por la mala administración de los particulares y el aserto de que estos, cuando quiera que de por medio están el interés y la utilidad públicos, apenas gozan de una concesión graciosa de la autoridad, quien incluso podría cancelarla ad libitum. Tales instituciones tienen una función que cumplir, y para ello han de imponer a sus miembros el respeto de ciertas reglas morales. it. F. De Martino, Individualismo y derecho romano, trad. 103El Estado se desenvuelve cada día más intensamente y con mayor amplitud e importancia como empresario: no sólo es el mayor patrono, el principal captador del ahorro, ha asumido la prestación de actividades que parecieron reducto privado infranqueable, las iniciativas más costosas o de más tardío rendimiento le incumben de suyo, es el avalista natural de la deuda externa privada, en fin, la economía pública y la economía mixta constituyen el sector más desarrollado según las cuentas nacionales, sino que es el principal cliente del empresario privado. No sobra, por consiguiente, tener en cuenta que jamás ha existido22, y tampoco es concebible, una libertad completa, entendida como un poder en blanco que solamente se vería limitado por el aparecimiento del derecho ajeno, aserto para cuya demostración habría que comenzar recordando que el negocio jurídico es una figura social, cuya administración y empleo, igual que su exposición doctrinaria, parten -y tienen que partir- de la experiencia, que se inicia con la presencia de un código cultural común y de una prudencia y providencia grandes de las gentes, que, por ello, no suelen ser mayormente imaginativas y osadas en la utilización de figuras del todo nuevas23. En verdad lo que interesa primordialmente son los supuestos de la eficacia de las cláusulas de desventaja -puesto que las leoninas o vejatorias o exorbitantes habrán de ser podadas por el juez (arts. "Libertad e igualdad son conceptos históricamente cambiantes y que se han modificado de acuerdo con los principios democráticos": Friedmann, Recht und sozial Wandel, cit., p. 104 s.; v. también 109 s. 25"La ética de libertad formal se ha convertido en una ética material de responsabilidad (...) con acento en el 'principio social' en sentido estricto": K. Larenz, Allg. nota 42. ; A. Genovese, Contratto di adesione, EdD, x, Milano, 1962, p. 1 ss. Para la crítica, cfr. Cost a, Manuale di dir. "Fuente de normas jurídicas destinadas a formar parte del mismo orden jurídico que las reconoce": E. Betti, Teoría general del negocio jurídico, trad. di dir. 902 c. co. Cfr. cit., p. 206 ss. Libertad de disposición, el contrato considerado -kantianamente- como el summum de la igualdad y la justicia; consideración de que todas las personas (y la generalización de las personas individuales o físicas fue total, con olvido o relegación de las personas colectivas o jurídicas y de su gran poder económico y político perdurable) son iguales ante la ley y han de recibir del Estado el mismo trato. 2036). Pero, mientras que la inclusión de la figura en la ley es garantía preventiva de legitimidad, en el evento de simple tipicidad social y, mucho más, en el caso de novedad (¿hibridación?) 17"En la realidad no existe una figura unitaria, sino figuras múltiples de negocios jurídicos, expresiones de la libertad reconocida a los particulares, de da r a sus intereses la conforma - ción que consideran conveniente y de vincularse a este fin para con uno o varios s ujetos": P. Rescigno, Manuale del diritto privato, cit., p. 285; cfr. trim. cit., p. 216. "Es suficiente considerar la emersión de la relación de trabajo desde fines del siglo pasado [XIX], en medio de nuevos 'tipos' contractuales y la relevancia adquirida por la prestación de trabajo en sentido amplio (la Arbeitlistung de los tratadistas alemanes)": S. Mazzamuto, L'attuazione degli obblighi di fare, Napoli, 1978, p. 2. La autonomía negocial, ha solido decirse, se encuentra sometida a límites, expresados de ordinario en los conceptos de orden público y buenas costumbres, habiéndose profundizado en especial sobre el último, a propósito del cual son conocidas las clasificaciones de los negocios inmorales41. 18 de la ley 153 de 1887 consagra el "efecto general inmediato" de "las leyes que por motivos de moralidad, salubridad o utilidad pública restrinjan derechos amparados por la ley anterior"; y que el art. cit., p. 34 ss. El deudor y el acreedor deben comportarse según las reglas de la corrección"; "Art. 41 C. cit., p. 22); como también puede presentarse el caso de que una norma posterior a la reforma sea encontrada opuesta al dictado político de ésta. "a) El contrayente debe clare loqui; b) debe comprobar la identidad del otro contrayente, su capacidad para obrar y el poder de disposición y, en fin, controlar el poder del eventual representante de la contraparte. Lo importante es afrontar el problema de las condiciones negociales generales (AGB: Allgemeine Geschäftsbedingungen), como algo propio de nuestro tiempo, instrumento indispensable y de la mayor utilidad en el tráfico jurídico, con energía y efectividad, dejando de lado la mojigatería y demagogia con que se le ha solido tratar. 33"La función práctico-social del negocio, reconocida -en general y preventivamente- por el derecho, es decir, la función que aquél objetivamente tiene y que el derecho como tal sanciona y reconoce; precisamente porque reconocida por el derecho la función prácticosocial puede constituir la propia razón del negocio jurídico, (...) es la razón que justifica el negocio": Cariot a Ferr ara, El negocio jurídico, cit., p. 489. "La concepción predominante en el siglo pasado [XIX] combatió contra todas las restricciones legales o sociales; se ha dicho precisamente que la autonomía contractual constituyó uno de los trofeos de la victoria más general del individualismo": Trabucchi, Istituzioni, cit., p. 659. Pero, con la alusión al orden público no es a esta bipartición a la que se entiende hacer referencia: el orden público no se coloca en ninguno de los dos grupos de normas, sino, en cierto sentido, al presupuesto propio, porque él encuentra su justificación en las ideas y en los valores políticos en los que se funda la sociedad y con arreglo a los cuales está ordenada, valores que el orden público está llamado a afirmar y conservar (...). 122 c.n. 89"Las condiciones generales del contrato tienen una importancia sobresaliente para el desarrollo de los contratos en el curso de la economía moderna. o "pactado expresamente en ellos" (art. 60Ver supra nota 44. La colaboración público-privada (CPP): génesis y exégesis. 5252, cuyo investigador principal es Héctor Elías Hernández Velasco y tiene fecha de inicio mayo de 2012. 5. Con la segunda argumentación se pone de presente que el efecto del contrato puede divergir, de modo más o menos amplio, de aquello que en el plano del hecho corresponde al acuerdo de las partes. A diario presenciamos la realización de actos particulares de disposición de intereses y aun los protagonizamos, y el fenómeno se viene repitiendo desde siempre, a más de que ha sido estudiado, debatido y explicado reiteradamente a lo largo de muchas generaciones1, al punto de que bien pudiera imaginárselo suficientemente tratado y suponerse adecuadamente resueltas las dificultades que presenta. No está de más señalar que, así como hay contratos forzados, así mismo existen contratos excluidos, como serían aquellos contemplados como objeto de una obligación de no hacer: no competir, mantener una exclusividad, igualmente restrictivos de la libertad de contratar o no contratar84. cit., p. 18), en tanto que lo grande, jugoso e importante se encuentra por fuera, en normas especiales, en medio de lo que bien pudiera denominarse una "crisis de identidad". art. No se trata de proteger el capricho individual, sino de dejar a la libertad de los particulares la búsqueda de los medios que consideren mejores para explicar las propias iniciativas": Trabucchi, Istituzioni, cit., p. 644. "No hay duda de que el contenido negocial que refleja la autorregulación de los intereses debe ser el punto de referencia constante que contempla el ordenamiento para predisponer los efectos jurídicos, pero también es verdad que el mito de la autonomía se halla atemperado hoy por el juicio de valor de los intereses a parte legis": Tomasini, Nullità, cit., p. 876. privato, cit., p. 209 s.; F.D. El problema no consiste, pues, en el mecanismo mediante el cual se llega a la celebración del contrato: si luego de una deliberación efectiva o simplemente posible, o prescindiendo por completo de ella, para reemplazarla por la mera adhesión a una propuesta, que, además, fue preparada como formulario de empleo universal por parte de ese oferente o de un grupo o asociación de oferentes, que agotan todas las posibilidades del mercado, sino en la legalidad, corrección, lealtad y moralidad del negocio en sí y del contenido predispuesto88. El péndulo nos sitúa hoy en una posición de más sensibilidad de la sociedad y del ordenamiento por los intereses de los sectores, clases, comunidades deprimidos, tomados en colectivo y en unidad singular, y de mayores decisión y exigencia en la tutela de tales intereses, sin que ello, por lo demás, signifique la eliminación de la autonomía privada o la conservación de la figura del negocio jurídico -y del contrato- apenas por simple hábito, porque aun dentro de limitaciones más vastas y hondas en algunos casos (p. p. 122 ss. 38Acerca de las transformaciones del derecho civil, en especial en materia de contratos frente a la 'moderna sociedad de masas', la 'construcción de las cargas sociales', la introducción de un 'derecho social', cfr. Se dice que "de buena fe": lealtad, corrección, honestidad. Tales, la de observar una forma necesaria con función constitutiva (...). Pero nada de ello quiere decir, insistiendo en algo ya expresado, que alguna vez esos derechos y, para lo que aquí interesa, que la autonomía privada puedan no haber tenido esa función o hubieran dejado de tenerla en alguna oportunidad. Larenz, Allg. "Hegel en su filosofía del derecho habla de la nueva clase que no es la clase de la sociedad civil: el proletariado ¿Por qué dijo eso? Orden público político y orden público económico. No incorporó el legislador delegado colombiano de 1971 ese precepto de su modelo italiano, y no parece que pudieran exigirse esos requisitos por vía doctrinaria o jurisprudencial, o que por conducto de éstas se pudieran considerar zanjadas las dificultades y dudas sobre la base del cumplimiento de aquéllos. Fenómeno éste que ha de diferenciarse con nitidez del correspondiente a la determinación del contenido per relationem, en los denominados contratos normativos, por medio de los cuales se fija anticipadamente el contenido de los contratos que forzosa o facultativamente habrán de celebrarse en el futuro: entre las mismas partes (bilateral, como en la agencia o el contrato de suministro o el de distribución) o entre una de ellas y uno o varios terceros (unilateral -cartel: condiciones de los contratos del agente o distribuidor con terceros, o de los futuros trabajadores). Además está el caso de las normas imperativas que estatuyen un determinado contenido, no sujeto a modificación particular, de que son ejemplo las reglas del arrendamiento de inmuebles destinados a establecimientos comerciales, en cuanto a la renovación del contrato o prórroga del término, a las causales y trámites de terminación del contrato y al reajuste del precio (arts. Al dictar una regla, el legislador le da, a veces, un carácter imperativo que impide a los particulares celebrar cualquiera convención que le sea contraria (...) [E]n otros casos el legislador no dice si autoriza o no a los particulares derogar la regla que formula. J. Ferrandis Vilella, Barcelona, 1959, p. 20. En la reforma constitucional de 1968 se introdujo la figura de la "emergencia económica" (art. Orden público. ; Betti, ob. 18 de la ley 153 de 1887, o sea que son "retrospectivas", de modo que los hechos ya cumplidos dentro de la ejecución de los contratos en curso se entienden regidos por el contenido de éstos y las normas vigentes para cuando se celebraron (art. C.M. cas. por Busnelli, ob. 4. no existe esa seguridad, ni siquiera una presunción de merecimiento de la tutela, y la jurisdicción habrá de adoptar y mantener una postura de indiferencia mientras no se demuestre la utilidad social de la disposición35. El derecho es uno, orientado por unos mismos principios, como corresponde a la unidad del sistema, y las divisiones y la creación de compartimentos incomunicados y rivales son artificiales y artificiosas. cit., p. 48 ss. 6. 13. Privacidad. Se parte, por ello, generalmente, de una tipicidad social de los actos, que más tarde conduce, a través de un proceso de duración larga o breve, a la individualización del tipo también en el terreno legislativo": Rescigno, Manuale, cit., p. 295 s. 35"La licitud sí es condición necesaria, pero no condición suficiente por sí sola para justificar el reconocimiento del derecho. 61Luego de haber incluido la licitud de objeto y la licitud de causa dentro de los requisitos del acto jurídico en el art. I, sect. Scognamiglio, ob. Bürg. No hay lugar, pues, a criterios rígidos y principios absolutos, sino sólo a criterios orientadores": Tomasini, Nullità, cit., p. 878 s. Cfr. 36"Si se examina la disciplina actual, sobre todo a la luz de los principios fundamentales del ordenamiento, se da uno cuenta de que la autonomía privada como poder de autodeterminación no encuentra respaldo y consideración en sí y de por sí: el juicio de merecimiento respecto del acto responde a una función que el ordenamiento considera útil y social": Perlingieri, ob. Mal pudiera imaginarse, por tanto, la posibilidad de que una figura negocial legalmente disciplinada pudiera juzgarse desprovista de función social relevante o sin correspondencia con el "Principio Social" o la utilidad pública, por lo mismo que en tal supuesto la presencia de una función económico-social o práctico-social merecedora de tutela por parte del ordenamiento se encuentra de por sí asegurada por el hecho de su consideración anterior por el ordenamiento33. 82V. Allí, de un lado, cabría manifestar de entrada que el adherente no ha tenido por lo general oportunidad de conocimiento de ese contenido per relationem, en el ánimo de rechazar su eficacia; pero, de otro lado, surge la inquietud atinente a la integración directa del contenido negocial con las llamadas "cláusulas de uso común" (art. 11Cfr. V. de actibus iuridicus, 1749, en el § 68, trae la distinción de los substantialia, naturalia y accidentalia negotia, que se convirtió en tradicional en la doctrina civilista": F. Calasso, II negozio giuridico, cit., p. 341 nota 33. cit., p. 148. 1621 [2] c.c. Téngase presente que, si bien hay una esfera amplia de actos contrarios a las bonimores que son vetados por el derecho, sin embargo, no se da una identificación, en cuanto el derecho no hace suyos íntegros los preceptos de la moral y, por tanto, un acto puede ser inmoral sin que por ello resulte repudiado por el derecho; mientras que, por otra parte, prohibiciones jurídicas pueden afectar actos que no se pueden calificar de inmorales": Grosso, La obligación, trad. Las condiciones generales son "expresión de nuestra sociedad, caracterizada por la producción masiva y las ventas en masa", que demandan una preparación adecuada de los contratos y su racionalización89. Su empleo no sólo es esencial en cuanto al factor tiempo, sino que atempera la especulación con los precios. Cfr. it. "Cuando el derecho ratifica y hace propia la justificación acogida y aprobada por la conciencia social tiene lugar un fenómeno de recepción que es, además, el rasgo sobresaliente del reconocimiento jurídico de la autonomía privada": Betti, ob. cit., p. 111 s.) y aun su 'automatización' (Trabucchi, ob. Tal clase de orden público responde a la necesidad en que se encuentra el Estado de intervenir: en cuanto legislador, en cuanto administrador (ejecutivo) y en cuanto juez, como se suele decir: restringiendo la libertad de contratación para garantizar mejor la libertad individual y reconociendo la desigualdad de condiciones particulares para ver de reducirla65. cit., p. 20 ss. 66"La iniciativa económica privada es libre (art. trim. Recht, 1975, 3ª ed., München, p. 43. ¿"Los principios morales que la gente reconoce diariamente como tales"? A. Martín Pérez, Madrid, 1959, p. 47. del dir. 55Ver art. Definitivamente el negocio es una figura que pertenece a la dinámica del derecho y en la cual el tema de la eficacia15 en sus varias acepciones adquiere una dimensión mayúscula, entre otras razones por cuanto es el instrumento por excelencia a la mano de los particulares para la regulación de sus propios intereses o, dicho de otro modo, para la reglamentación de sus relaciones jurídicas, y, por lo mismo, es objeto de la mayor atención y de la más amplia disciplina por parte del Estado, sobre todo de un Estado social de derecho, para la realización de sus fines de tutela de los débiles y desprotegidos y de equiparación real de las distintas personas16. Aquí, como en la de las buenas costumbres, la determinación del orden público es entonces exclusivamente judicial": Flour et Aubert, ob. 1339 c.c. Allí se dan normas particularmente emanadas de la así llamada política de precios y las normas características de nuestro tiempo en materia de arrendamiento. Intervención del Estado para asegurar y acelerar dicho proceso. cit. Droit et politique, en Mélanges offerts á René Savatier, Paris, 1955, p. 193 ss., y G. Lagarde, Droit des affaires, droit sentimental? 40"El negocio es reconocido y tutelado, en la medida en que produce una utilidad socialmente relevante. 9-47. En el mismo plano de advenimiento de normas imperativas que sustituyen inmediatamente el contenido negocial se encuentra la extensión por decreto gubernamental de las cláusulas de una convención colectiva de trabajo a todo un sector de la producción, en los contratos individuales que se están ejecutando82. Cuestión diferente es la que ocurre cuando el o los particulares acuden para la disposición de sus intereses a figuras por fuera del catálogo legal. 1523 c.c. 5Cfr. Como se ha indicado puntualmente, el problema no consiste en hasta dónde se quiere obligar un promitente, sino en sobre la base de qué condiciones y requisitos puede considerarse obligatoria una promesa29, lo cual revela la realidad inmersa en toda actitud y en toda actividad jurídicas: una desconfianza ineludible y la necesidad de un margen mínimo de confianza, margen éste que comienza a ser otorgado por la forma o solemnidad, que luego no resulta suficiente por sí sola a dicho propósito, con lo cual logran su entrada otros factores y consideraciones, que en últimas consisten en la utilización de un camino, cuando menos socialmente establecido y tenido en ese ambiente como merecedor de la tutela del ordenamiento, por lo cual, del mismo modo que la sola forma no basta para la obligatoriedad de la promesa o, con una formulación más próxima al discurso que se trae: no basta para la eficacia del negocio jurídico, tampoco el mero consentimiento es valedero a dicho fin: de todas maneras los intereses y el modo de su disposición tienen que ser merecedores de la tutela del Estado, pudiendo agregarse que así ha ocurrido siempre, independientemente de si se ha hecho consciente tal situación y de si la doctrina la ha descrito y analizado30. ); se menciona también el evento de las empresas de seguro en algunos casos de seguro de responsabilidad; a los que pueden agregarse las hipótesis de venta o de almacenamiento forzado de mercancías en determinadas circunstancias: p. giur., cit., p. 13. Ahora bien, la restricción de la autonomía privada por consideraciones políticas, igual que ocurre con las éticas, no se circunscribe a las hipótesis de prohibición de determinada estipulación, cláusula o pacto, que permitirían presentar un catálogo completo y seguro de las disposiciones particulares vedadas expresamente por la ley o de las normas de la disciplina negocial no susceptibles de sustitución o derogación particular59. Ciertamente uno y otro límites, no sólo como todo criterio político o ético, están sometidos a una variabilidad histórico-cultural, reconocida hoy en forma universal42, sino que, además, las normas que los erigen en límites, ora por la positiva: como requisitos de validez de la disposición, ora por la negativa: como causales de nulidad (nulidad absoluta)43, son normas represivas de previsión amplia o, como se dice en derecho penal: de tipo difuso o en blanco44, por lo mismo que no hay -ni puede, ni debe haber- leyes que determinen y cristalicen el contenido del orden público o de las buenas costumbres, por cuanto han de ser la expresión de los sentimientos y creencias de su tiempo, prevalecientes en una sociedad dada, y es al juez a quien le incumbe decir en cada caso lo que es ius cogens45. "Función, límites y cargas de la autonomía privada", Revista de Derecho Privado, Universidad Externado de Colombia, n.º 26, enero-junio de 2014, pp. cit., p. 106. cit., p. 266. "Cujas no distingue en los contratos más que las cosas que son de la esencia del mismo, y las que le son accidentales. 121 c.n., para adoptar medidas no directamente relacionadas con los motivos de la perturbación del orden público o la conmoción interior, sino supuestamente encaminadas a remover sus causas (sociales, económicas), lo que llevó a la postre a la sustitución del legislador ordinario por el ejecutivo. ** Rector de la Universidad Externado de Colombia (1963-2012). ¿Moral complaciente? Valga aquí por todos el ejemplo de las pólizas de seguros, que no pueden ser empleadas sino luego de su aprobación por la Superintendencia Bancaria [hoy, Superintendencia Financiera], encargada de la vigilancia de esa actividad. Este fenómeno universal es inquietante, no tanto en sí, pues el "principio social" o el espíritu de solidaridad que han impregnado la mentalidad de esta época mueven a aceptar y aun a propiciar medidas de urgencia e ineludibles en beneficio de individuos y comunidades en situaciones precarias, como también reformas que atenúen esas situaciones y promuevan el desarrollo de las personas afectadas, sino por los abusos que pueden cometerse deliberadamente o por ligereza, al dar por sentado -como suele darse- que toda norma a la que quiera atribuírsele "contenido social" tiene efecto retrospectivo, independientemente de su sentido real y aun a contrariedad de lo que ella disponga, como aconteció con alguna doctrina a propósito de la disciplina de la agencia comercial en el código de comercio de 1971, a pesar de que éste fue cuidadoso y preciso al señalar que los contratos comerciales en curso seguirían rigiéndose por la normatividad derogada (art. 1624 (1) c.c. 78Ver art. Autonomía de la voluntad privada. 30Gorla, ob., cit., p. 25 ss. Hinestrosa, ob. En serio se doblan a Andrés? En los negocios pertenecientes al derecho de familia: en los patrimoniales, la posibilidad de modificar el contenido legal es muy estrecha, y en los de índole personal, prácticamente ninguna. Actos de autonomía privada. El peligro, meramente teórico mientras el contenido de las buenas costumbres parecía inalterable a través del tiempo, se ha convertido en concreto y efectivo con las grandes transformaciones de los últimos años. G. Berlio z, ob. Orden público. cit., p. 289 ss. art. F. Hinestrosa, Bogotá, 1981, p. 65. Por muchos años, siglos, el derecho privado fue tenido por de mejor familia, en tanto que hoy esa primacía ha ido pasando al derecho público, y cuando los cultores de alguna especialidad aspiran a llamar la atención y privilegiar el objeto de sus querencias, comienzan por sostener que se aproxima al derecho público o es semipúblico. 3 de la Constitución de la República Italiana. 98Indudablemente es éste un terreno en el cual la protección solicitada por el particular tiene que estar rígidamente condicionada a la corrección de su desempeño, juicio de valor cuyos elementos debe él suministrar, precisamente por lo extraordinario de la tutela pretendida. Y esto sin hablar del denominado "contrato de hecho", por lo mismo que con él lo que ocurre, en verdad, es que en situaciones que tienen origen en "contactos sociales" por fuera de la disposición de intereses conforme se encuentra disciplinada, por razones de comodidad, el ordenamiento prefiere aplicar a "los hechos cumplidos" la normatividad propia del contrato cuyos efectos se parecen más a aquéllos, por lo cual diera la impresión de que habría una "sustitución ex lege del acuerdo de las partes (¿analogía, pseudo contrato?)"78. Cada vez se asume de forma más generalizada la . T. Ravá, i, 1, Buenos Aires, 1946, p. 40 ss. 77"Puede decirse que hay contrato impuesto cuando quiera que una persona está obligada por la ley a hacer la declaración de voluntad necesaria a la formación de un contrato, bajo pena de una sanción. Hipótesis ambas de declaración de inconstitucionalidad o inexequibilidad o de nulidad, según las varias nomenclaturas (v. art. "La nulidad puede distinguirse en total o parcial, según que afecte al negocio en su integridad o sólo a una o varias disposiciones particulares o parte de una disposición (...). cit. 7"Significado creador del derecho de la autonomía privada y su función como fuente de derecho": A. Manigk, Das rechtswirksame Verhalten, Berlin, 1939, p. 84 y ss. 5-39. En la primera va una refrendación de la advertencia continua de que los efectos del acto de autonomía particular, comenzando por el efecto negocial, que es el punto de partida, no se obtienen sino a condición de que el negocio haya sido válidamente celebrado (art. Bogotá, 1ª ed., Teoría general del contrato, n.º 7). 31"Se sancionan determinados negotia que por su difusión, por su importancia en la vida cotidiana y por haber llegado a consagrarse en la práctica, exigen una especial tutela jurídica y, al mismo tiempo, se prestan a una regulación más exacta y más fácil porque su disciplina ha ido estabilizándose mediante cláusulas usuales. cit., I, p. 30. Cfr. di dir. da P. Rescigno, 10, Torino, 1983, p. 266 y 277. 4º de la ley 153 de 1887), luego de haber acogido la base fundamental de un Estado de derecho: "cuando haya incompatibilidad entre una disposición constitucional y una legal preferirá aquélla" (art. ; que se encuentra ampliada en estatutos específicos. (...) Es menester anular las convenciones inmorales, aun en los casos en que ningún texto las prohíba. 13. cit., p. 66 s. 51"Valga recordar que la fórmula 'orden público' tiene una fecha de nacimiento suficientemente precisa: aparece por primera vez en el código de Napoleón, donde fue inscrita, no sin contrastes, incertidumbres y disentimientos vivaces (...). In document TESIS PARA OPTAR EL GRADO DE DOCTOR EN DERECHO LAS PATOLOGÍAS Y LOS REMEDIOS DEL CONTRATO (página 36-42) 37. Sin embargo, en el presente nadie pone en duda la relatividad histórica y geográfica de aquello en que consisten uno y otras, independientemente de la mayor permanencia del repudio de algunas conductas, en especial las inmorales. 899 y 902 c. co.), y a tal propósito es apenas natural exigir un asentimiento inequívoco a las primeras por parte del adherente87. 5-39. La respuesta es a veces dramática: aplicar una ley que refleja una ideología que ya no responde más a la maduración ideológico-social-política de la colectividad significaría, en muchas oportunidades, no aplicar la Constitución, o sea aquel conjunto de normas que constituyen hoy el modelo organizativo, la masa de los valores en los cuales se inspira el ordenamiento": Perlingieri, Profili, cit., p. 8. 518 y ss. ¿Creación del derecho por parte del juez? 46"Un acto puede ser imposible materialmente o jurídicamente. cit., p. 71 ss. Cfr. 905 c.c. Rescigno, Manuale, cit., p. 287 s.; Perlingieri, Profili, cit., p. 29 ss. jur., cit., p. 154 y 94. Proyecciones de la autonomía privada. G. Paccioni, II, Torino, 1915, p. 262 ss. cit., p. 209 s. "Nunca, ni en el common law, ni en ningún otro sistema, ha existido una absoluta libertad contractual": Friedmann, ob. El primero entiende que el contrato realiza un valor en sí mismo, cuyo fundamento se Y, ¿de qué clase de moral se está hablando? 74Cfr. y 160 ss. Teil, cit., p. 44. ; J. Flour et J.L. El Consejo de Administración es el órgano de la empresa que se encarga de controlar a los gestores, en representación de los accionistas. cit., p. 42. y 871 c. co. 58"Normas dispositivas y normas permisivas, figuras diversas, coincidentes sólo en su 'derogabilidad' por los particulares": Perlingieri, ob. Alemana]) ambigua: en el primer inciso parece acoger el principio de la nulidad virtual, mientras que en los incisos 2 y 3 parece adoptar el principio opuesto de la nulidad textual (...). A Cataud ela Sul contenuto del contratto, Milano, 1966. En el derecho anglosajón solo existe el desarrollo del derecho a la privacidad. a K. Larenz, Allg. 899 c. co. son de suyo reprochables por su vaguedad y generalidad, y porque crean una inseguridad enorme en las relaciones negociales, a más de que resultan inoperantes. En cuanto se refiere al ámbito de la categoría, hemos de admitir su acepción vasta, con referencia a las reglas fundamentales de la moral pública, superando el concepto restringido de las buenas costumbres ligado a los problemas de la vida de relación sexual o familiar, admitiendo, sin embargo, que el número más grande de actos considerados contrarios a las buenas costumbres estará siempre conectado con la violación de los deberes de decencia, de libertad sexual, de observancia y respeto del vínculo conyugal, sin que esto dé razón para restringir a aquel campo el respeto debido a la moralidad esencial": A. Trabucchi, Buon costume, EdD, v, Milano, 1959, p. 701 y 705. ej., que un contrato inmoral puede ser al mismo tiempo prohibido por la ley y contrario a los principios fundamentales de la vida jurídica que constituyen el orden público (...). Concepto. Cfr. En el recurso interpuesto por doña María Adoración Fernández Maldonado, notaria de Albacete, contra la calificación del registrador de la. "¿Qué debe hacer el jurista? cit., p. 23 s.; Haegele & Haegele, Vorteilhafte etc., cit., p. 22 s.; Scognamiglio, ob. 28"Por lo demás, esta manía de corregir el derecho con otros prin cipios jurídicos es un signo de la tendencia de los tiempos a invadir con el derecho el terreno de la costumbre, es decir, un signo de civilización poco desarrollada. Condiciones negociales generales. Condiciones negociales generales. cit., 108 ss. "La idea de autonomía privada, implicando un poder de autodeterminación, sugiere, así, sin más, la noción de límite, por las restricciones que el fenómeno encuentra necesariamente; la noción de límite, a su turno, presupone lógicamente el reconocimiento de una facultad de determinarse por sí mismo, a propósito de la cual se puede hablar sólo de límites que se hayan dispuesto en concreto": Scognamiglio, Contributo, cit., p. 153. 115 ss. cit., p. 222 s. "No es fácil, y a veces no parece posible, distinguir, en las intervenciones del Estado, aquéllas que más directamente tratan de asegurar la tutela efectiva de los contratantes para un funcionamiento más justo del instrumento privatista, de aquéllas con las cuales el legislador se propone la obtención directa de fines publicistas, de tutela en general del mercado o para asegurar los fines más agudamente sociales. 899 (1º) del c. de comercio, correspondiente al art. Tampoco, por supuesto, entra en la categoría de los contratos forzados el contrato necesario, es decir, impuesto por una situación de hecho que constituye el estado de necesidad. 22"La plenitud de la libertad constituye una hipótesis escolar sin confrontación con la realidad (...). 32Por el mero hecho de su acogimiento y disciplina por parte de una ley, una figura negocial (figura legis) se proyecta como digna de tutela jurisdiccional, aparte de la legitimidad de su empleo específico. M. Viley, Essor et décadence du voluntarisme juridique, en Archives de Philosophie du droit, Paris, 1957, p. 87 ss. ¿Los derechos la tienen o han de tenerl a, o son una función social? M. Albaladejo, Madrid, 1956, p. 57 ss. Punto importante en la materia es el poder establecer en qué circunstancias resultan vinculantes las condiciones generales para el adherente y cuándo lo son aquellas que implican para él restricciones o desventajas86. 521 c. co. supra nota 26. El contrato forzado. cit., p. 44 y 50 s. Sobre la vigilancia estatal de las estipulaciones contractuales, cfr. A lo menos constituyen un aspecto particular de él, lo que explica que las fuentes de unas y otro sean siempre las mismas". ; O.T. A la inversa, los efectos constituyen una realidad jurídica. Tutela que va de la erección de ramas singulares del derecho en adelante101, y que no solamente tiende a proteger a los individuos y comunidades económicamente débiles, sino también a quienes, a despecho de su caudal patrimonial, se encuentran dentro de una masa dispersa y con pocas posibilidades de defensa aislada, como sería la de los consumidores o usuarios. En efecto, y el caso se presenta con los formularios de letras, de contratos de arrendamiento y de contratos de trabajo asequibles al público entre nosotros, es usual que esos formularios recojan la concepción y la redacción de quienes ocupan una posición de privilegio o, simplemente, de ventaja económica ante todo, y que por eso mismo resulten contaminados o terciados a favor de quien en el contrato habrá de situarse en ese lugar.