Posiblemente se trata de vecinos conquistados, particularmente los de origen serrano (Recuay). Julio C. Tello Trujillo, Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de La Libertad – Trujillo. Lima, Banco de Crédito del Perú. Cuando el alfarero cambia de composición y modela una figura sentada agrega varios detalles. Uno de ellos está proporcionado por la botella Moche IV del Museo de Larco (Nº inv. Cultura: Cultura Lambayeque. Kutscher 1983, Fig. 13); en algunos casos se representa una serpiente bicéfala que forma el arco encima de su cabeza (Makowski 1996a: 65, Fig. 12.3f). Un cambio similar de papeles y ubicaciones experimenta la divinidad de la cueva. A pesar de haber dejado unos impresionantes restos arqueólogos, son pocas las investigaciones que se han llevado a cabo de manera sistemática en ellas. El ser que luce grandes serpientes sobre su cráneo calvo y sus espaldas, así como cejas prominentes, podría ser considerado una variante iconográfica de: Si bien Donnan (1978 inter alia) y Golte (1994) consideraron que ambos motivos representan al mismo personaje, al único destinatario de la copa, existen varios argumentos empíricos irrefutables para demostrar lo contrario. Los aguarunas, hasta 69 Son unos 100 000 en total, ubicados en el Perú y Ecuador. Lo ha intuido bien Hocquenghem (1984, 1987). Cultura Moche. “La ocupación Moche de San José de Moro, Jequetepeque”. 218), personajes-strombus, -cangrejo -camarón (Kutscher 1983, Fig. 1993 “Estudios etnohistórico y lingüístico”. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios, Creative Commons Atribución 3.0 Unported License. Ph. La conocida versión pintada de la escena de “ofrenda de coca bajo la serpiente bicéfala” (Hocquenghem 1987, Fig. Teil”. 400 800 d.C.), empezando por la organización simbólica del espacio social. 12.8. Las cuevas de las montañas son los ámbitos en los que suele desenvolverse. Hocquenghem 1987, Fig. En: , M. Moseley y A. Cordy-Collins, editores, págs. En las escenas complejas participan varios seres sobrenaturales de diferentes rangos y personalidades. Publicaciones especiales del Instituto de Antropología de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. La variedad de diseños y decoraciones, los accesos diferenciados, las evidencias de sacrificios humanos en dos recintos (Uceda et al. Hocquenghem (1987, Fig. Zighelboim 1995a, Lám. . nuestra) y que “there is increasing evidence for their contemporaneity through much of the Early Intermediate Period, a situation that precludes any possibility of simple cultural succession” (disponemos de evidencias cada vez mayores para la contemporaneidad (de ambos estilos) a lo largo de la mayor parte del Periodo Intermedio Temprano, la situación que hace descartar cualquier posibilidad de una simple sucesión cultural (trad. of 72. En: Moche. Esta diversidad de opiniones resulta sorprendente pero tiene una explicación. Biblioteca del Museo de Arqueología Rafael Larco Herrera, Hacienda Chiclín. Su origen está en dos dificultades que se presentan a todo estudioso de las identidades de seres sobrenaturales en la iconografía mochica. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios, Creative Commons Atribución 3.0 Unported License. Pero sí quedan aún en pie sus monumentales pirámides de adobe de Vicus, aunque el tiempo ha ido . Studies in Pre-Columbian Art and Archaeology, 1993 “Estudios etnohistórico y lingüístico”. Grandes Estudios Andinos. UCEDA, 1997 “Los complejos arquitectónicos urbanos de Moche”. Dado que la producción de los objetivos figurativos no estaba centralizada, la unidad temática de la iconografía mochica, reconocida por todos los estudiosos del tema, puede tener explicación sólo en la tradición oral común, accesible a todos, productores y usuarios, con un número limitado de variantes regionales. En las pendientes y en los cuellos, entre los picos, están paradas varias figuras humanas con funciones diferenciadas: unas, de ambos sexos, parecen sólo observar la acción, otras llevan zorros y venados posiblemente destinados para el sacrificio; algunas figuras con túnica larga y pelo suelto podrían ser interpretados como las próximas víctimas. Publicaciones especiales del Instituto de Antropología de la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Hay suficientes premisas para demostrar que su imaginería constituía un medio eficiente para transmitir la ideología que hacía viable la existencia de estados multiétnicos (Makowski, Amaro y Eléspuru 1994, Bawden 1994, Makowski 1998). La famosa escena de Presentación de la copa (Presentation theme, botella de Müseum für Volkerkunde nº 30.29.8: Kutscher 1983, Fig. Washington, D.C., Society for American Archaeology. Con relación a la historia de la cultura mochica en primer lugar hay que comprender que esta sociedad se desarrolló en un período llamado intermedio temprano que dentro de la historia de las civilizaciones andinas este periodo se encuentra enmarcado en el desarrollo de las distintas culturas regionales, por tanto comprende los avances en la cultura . En. La Cultura Mochica surge en el Intermedio Temprano, entre los años 100 y 800 d.C. en el norte peruano, entre los valles de Lambayeque y Huarmey. 52-101. Los temas canónicos de la literatura sagrada y los episodios preferidos de las epopeyas se reproducían en los libros ilustrados y en artefactos relacionados con el culto, y con la vida social, según convenciones establecidas por esta misma tradición literaria (Vg. Cambridge, Cambridge University Press. Conocieron la planificación de ciudades como herencia Huari y Virú. 1999: 246- 248). 1997, Uceda y Armas 1998, Uceda 1999), uno de los principales centros urbanos mochica, revelaron la existencia de extensos barrios al pie del templo donde se producía la parafernalia de culto, incluyendo la cerámica. Arqueología de la teogonía, los mitos, símbolos, medicina y muerte Arqueología de las armas Arqueología de los dioses Arqueología de los metales Arqueología de los tejidos Arqueología del Estado Arqueología del lenguaje Arqueología del matriarcado En todo caso, por lo menos tres divinidades distintas estuvieron retratadas bajo el arco conformado por este animal mítico (Fig. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Washington, D.C. 1980 “The Owl as a Symbol in the Mortuary Iconography of the Moche”. Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Sipán 1975 “Death-associated figures on Mochica pottery”. Las imágenes escultóricas de los seres sobrenaturales mochicas en la colección del Museo Arqueológico Rafael Larco Herrera y el problema de la identificación de las deidades: una aproximación estadística Milosz Giersz y Patrycja Przadka-Giersz Ofrendas y sacrificios de animales en la cultura Mochica: el ejemplo de la Plataforma Uhle, Ponencia presentada en la 20th Annual Chacmmool Conference. Mellizo Marino: Kutscher 1983, Fig. II, Fig. Desarrollaron técnicas de dibujo y relieve para estampar en las cerámicas imágenes detalladas de algunas escenas, como lo vendría siendo el ritual de caza. En: , págs. Versuch einer ikonographischen Rekonstruktion. La antigua cultura de los Mochicas o Moche,ocupó la franja costera del norte de Perú, entre los siglos I y VIII de nuestra era.Fue una cultura rica y desarrollada; conocían los sistemas de cultivo y contaban con una red de comercio muy próspera. Facultad de Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú. Lima, Banco de Crédito del Perú. Huanchaco Ambas alternativas no son del todo excluyentes. La ubicación de la cultura Mochica se encontraba en el valle de Moche y Virú cerca de Trujillo. 79: 93-146. En la edición de Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Relación de antigüedades de este Reyno del Piru. Berkeley, Institute of Andean Studies. Hocquenghem está persuadida que la cosmovisión y el sistema político mochica guarda estrechas similitudes con el sistema Inka, tal como éste se refleja, según ella, en los testimonios de Molina (el Cuzqueño), Polo de Ondegardo, Betanzos, Cobo, Guamán Poma de Ayala y otros cronistas del XVI y XVII. Americana 1, Ediciones de la Biblioteca Ibero-Americana de Berlín. 1984 “Hanan y Hurin”. A study in iconographic metodology”. Cabe recordar que el atributo recurrente del Mellizo Marino es un halo de porras, y que uno de sus funciones es la de transportar guerreros cautivos al lugar de sacrificio, así como a las armas arrebatadas a los vencidos (Hocquenghem 1987, Figs. 1994a Pampa Grande and the Mochica Culture. Los Angeles. El estilo Mochica, como el estilo egipcio (dinástico) a fines del periodo Predinástico (Kemp 1989), surge sin claros antecedentes porque representa una institución nueva, el estado, y un nuevo sistema de organización de producción de parafernalia de culto, la que hace posible superar idiosincrasias y hacer uso de conocimientos acumulados por varios grupos étnicos. Se creó en las costas del norte del Perú y en los valles de Chicama y Trujillo. Está claro que el nimbo radiante y el arco remitían a diferentes estados por los que atravesaban las divinidades en lugar de indicar identidad de alguna de ellas (como lo sugiere Golte 1994: 74; Señor de Vía Láctea). Part II: The Northern Coast. Hemos revisado recientemente (Makowski 1996a, 2001) la validez del supuesto que acabamos de enunciar con resultados negativos. University of Illinois at Urbana. Este mismo implemento antropomorfizado cumple el papel de degollador en la variante más compleja de la escena de sacrificio (Kutscher 1983, Fig. Ésta comparte a menudo los rasgos faciales, y el repertorio de vestidos y atributos con la divinidad de la plataforma. Nazca ellos han conservado una buena parte de su cultura autóctona, sobre todo la tradición oral.69 Un sector de la etnia jíbara, enton-ces, hubiera sido vecino de los mochicas. 305. D) de la cerámica pictórica. . Fogel 1993). CHIMU Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. Shimada cree que el surgimiento de la ciudad y del estado despótico tuvo lugar en la última fase de la historia mochica (Moche V). 23 (1-2): 153-188. La arquitectura monumental dispersa a lo largo de los valles orientaba probablemente los flujos humanos que se desplazaban periódicamente y de manera ordenada, a nivel local y regional, para rendir el culto, tributar o cumplir con las obligaciones tipo mit’a. 1987 Archaeology and mythology II: A reconsideration of animated objects theme in Moche Art. En la tumba del Viejo Señor un esplendido collar de diez cuentas de oro, representa arañas posadas en el centro de sus redes; el abdomen igura un rostro humano ataviado, la imagen idealizada corresponde con la especie de araña Argiope argentata, la forma del abdomen lobulado y su cuerpo dividido en dos hemisferios de vistoso colorido, mitad amarillo y mitad plateado, se relacionaron con la dualidad. Los dos antropólogos intentaban, cada uno a su manera, precisar las diferencias que separan a las sociedades tradicionales del Nuevo y del Viejo Mundo. 211-281. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios. Figuras ornamentales en vasijas de los Chimúes antiguos. 12.6. Chachapoyas 71-92. Esta reconstrucción del panteón mochica guarda una necesaria y estrecha relación con nuestra manera de entender las características de la sociedad durante el periodo Intermedio Temprano, y de los mecanismos de poder imperantes en ella. Colección Arte y Tesoros del Perú, José Antonio de Lavalla, editor. KESLER, Herbert L. y Marianna S. SIMPSON (eds). Destacan sus cerámicas, consideradas los mejores del Perú antiguo, así como también su arquitectura representada en la Huaca del Sol y de la Luna. Entre los siglos II y VIII floreció en el norte del actual Perú una civilización de grandes guerreros y orfebres, cuyos sacerdotes ofrendaban víctimas humanas al dios Degollador. Los protagonistas divinos cambian de ubicación, y potencialmente de tocados, dificultando su identificación. La imagen de la divinidad en la cultura Mochica”. Dumbarton Oaks Research Library and Collection. Actas del Primer Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 12 al 16 de abril de 1993), Santiago Uceda y Elías Mujica, editores. DeMARAIS, Elizabeth, Luis Jaime CASTILLO y Timothy EARLE. El personaje puede también aparecer con aletas del pez o con las patas de araña (d, e, k). Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. Las evidencias que acabamos de exponer sugieren que los relieves y los murales policromos de la Huaca de la Luna representaban no a una sola, sino a dos divinidades: al Mellizo Marino (las caras frontales en relieve dentro de escaques) y al Guerrero del Búho en su manifestación figurativa de la divinidad de serpientes monstruosas (murales, Campana y Morales 1997, Fig. Las representaciones mencionadas constituyen los paralelos más cercanos para la imagen del dios de serpientes de la Huaca de la Luna (Vg. Se dedicaron a la construcción de complejos religiosos-administrativos de carácter monumental como pirámides escalonadas y truncas, huacas, palacios y construcciones de ingeniería hidráulica, haciendo uso del adobe, el barro, la caña y las piedras de río. En: Current Research in Andean Antiquity, Ari Zighelboim y Carol Barnes, editores. The Cusco Ceque System. En. Fig. Repertorio de las representaciones pintóricas en línea fina del Mellizo Marino relacionados por medio de rasgos característicos: el tocado en V, de olas, tocado, cara o cuerpo de ave marina, asociación con animales marinos, el halo de rayos, patas de araña. Introducción y notas de Radamés A. Altieri. 1995b “Mountain scenes of human sacrifice in Moche ceramic iconography”. Crédito: Iván H. La exposición "El arte mochica del antiguo Perú. La lista preliminar de divinidades principales, propuesta por Berezkin, fue refinada y modificada en el transcurso de las últimas dos décadas. Journal of Latin American Antiquity 3 (3): 206-220. Comparativamente, en el Mediterráneo Oriental, las áreas públicas raramente ocupan más de 30% del espacio urbanizados. El . Sin embargo, existen otras características, no menos numerosas que las anteriores, que apuntan hacia la naturaleza marina de la deidad: apéndices y tocados con olas y cabezas de aves acuáticas. Las ceremonias eran especie de romerías, donde los indígenas acudían a los templos a solicitar la ayuda de los dioses. Traducción de P. J. Lyon. Los mochicas eran politeístas. Los excedentes de agricultura y pesca permitieron un clima de bonanza, la exaltación religiosa impulsó la emulación competitiva entre colosales y suntuosos templos, y los vínculos de interacción a gran escala permitieron el desarrollo de soisticadas técnicas de orfebrería, alfarería y textilería; esas extraordinarias obras de arte describían la compleja ideología, eran códigos del mundo mítico y ceremonial. Calgary. Las guerras entre las casas reinantes, llevadas a cabo siguiendo reglas ritualizadas, han sido probablemente tan frecuentes como las relaciones matrimoniales, los intercambios de regalos y, eventualmente, de materias primas y de productos. Hemos intentado decodificar los principios centrales del mensaje, a partir de la iconografía Mochica IV y V (aprox. 229-244. 281-297. “Ideology, materialization, and power strategies”. 229-244. Guerrero del Búho: Castillo 1989, Fig. A raíz de esta expansión habrían surgido varios centros de poder (Shimada 1994a, 1994b), entre los cuales un papel de importancia desempeñaban el valle bajo de Jequetepeque (Dos Cabezas y la Mina) y el Alto Piura. 1998 “Sacrificios humanos, desmembramientos y modificaciones culturales en restos osteológicos: evidencias de las temporadas de investigación 1995-96 en la Huaca de la Luna”. 1931 “Altperuanische Gefässmalereien II. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. Los dos seres sobrenaturales comparten una serie de rasgos, aspectos y actuaciones. Cultivaron maíz, frejol, pallar, maní, camote, ají y frutos como la chirimoya, guanábana, tumbo, lúcuma, etc. 299; Donnan 1975, Lám. Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven" Salmos 115:4-Propósito: Interpreta imágenes y fuentes gráficas diversas correspondientes al . 159-171. Llama la atención que se trata de la misma lógica estructural que la que organizaba la imagen ideal del mundo y de la sociedad en Tawantinsuyu (Zuidema 1986, 1989 inter alia). Groupe de Recherche sur l’Amérique Latine 22. 1949 “Cultural dating of prehistoric sites in Virú Valley, Perú”. Los paralelos (Figs. Golte 1994, Figs. A. de 1994. 281-297. 223; Holmquist et al. 246). 182, 186; Zighelboim 1995a, 1995b). Salvo este último, todos los restantes son merecedores del sacrificio supremo de sangre humana. 14.24); como vencedores en un duelo, con la cabeza cortada del adversario y cuchillo (Guerrero del Búho: Kutscher 1983, Fig. 105-144. 1996 The Moche. Puno Cajamarca Con esta identificación no se resuelve el problema planteado en la pregunta, puesto que tampoco ha quedado establecida la relación entre las divinidades representadas con la copa, y las deidades de los cerros. Por otro lado, la estructura temática caracteriza, creemos, sólo a las artes figurativas, cuyo repertorio se inspiraba en la literatura escrita. Pre-Columbian Simbolic Comunication. Chicago Natural History Museum. A study in iconographic metodology”. HOLMQUIST, Ulla, David DIESTRA y Cecilia PARDO. Cada una de ellas correspondería a un aspecto del numen y a una manera de manifestarse dentro de la lógica narrativa del mito: Vg. Origen de la cultura Chimu: Se cree que la cultura Chimu se formo con la fusión cultural de la cultura Mochica y la cultura Lambayeque (su fundador legendario fue Naylamp). Los artesanos fabricaron objetos de uso doméstico y ceremonial. 18: 27-50. Las dos divinidades de cinturones de serpientes, de menor estatus que las anteriores, a juzgar por su vestido, pertenecen también en relación de oposición una respecto a la otra (Fig. 104-105, nº 36; Alva y Donnan 1993, Fig. Los mochicas creían que la posición social y los privilegios en esta vida, se mantenían después de la muerte, es por ello que sepultaban a sus muertos con diversas provisiones de su día a día. La cultura mochica se desarrolló a lo lardo de la costa norte de Perú aproximadamente alrededor de los años 200 y 900 d.C. Creciendo y cayendo mucho tiempo antes del Imperio Inca, la cultura no dejó ningún tipo de registros escritos, y los primeros colonos españoles fueron quienes relataron las culturas del Perú, entre las cuales encontraron a los Chimú en lo que había sido . Hoy, la trilogía inca está presente en las artesanías y las . La Libertad machu picchu 125-147. 71-92. En otra versión de esta misma escena (Hocquenghem 1987, Fig. Lima. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. Por ello, la confrontación de la fuente escrita, de la imagen estudiada y del corpus de paralelos, es el principio central del método de Panofsky, creado con la finalidad de interpretar temas de la iconografía medieval y renacentista. Santiago. La cultura Moche o mochica fue una sociedad que se desarrolló en la costa norte del actual Perú, en el valle del río Moche, entre el 100 a.C.y el 1000 d.C., a raíz de la unión de las culturas Cupisnique, Salinar, Vicús y Virú. En cualquier caso, llama la atención el hecho de que los murales conservados en cada uno de los tres recintos del templo se relacionen con la personalidad, e incluso con las gestas de los protagonistas centrales del mito cuya trama se teje alrededor del episodio de la rebelión de los objetos animados. 79: 359-387. arequipa La tumba del Señor de Sipán pertenece a la Cultura . 1955a “El desarrollo de la civilización en la costa del Perú”. Por ejemplo, en una botella Mochica IV de Berlín (Museum für Volkerkunde, VA4669, ver Fig. Travaux de l’Institute Français d’Etudes Andines 79: 389-412. Esta última hipótesis posee un buen fundamento iconográfico. Hemos calificado este sistema de antiurbano (Makowski 1996b, 2000, 2001), por varias razones. De ahí que era limitado el número de actuaciones rituales y episodios míticos que un taller sabía y solía representar. escena con el Mellizo Terrestre, Hocquenghem 1987, Fig. Los materiales y técnicas empleadas influyen a menudo en la composición (Vg. La cerámica Mochica, o fea, recubre las creaciones de pueblos colombianos instalados a lo largo de la costa norte del Perú, en el oasis costero en las estribaciones de la cadena andina, en el año 100 a. C. 700 d.C.. La cultura Mochica, contemporánea de la cultura Nazca del sur del Perú, es la única civilización precolombina que ha creado en cerámicas complejas escenas con la . Recientemente, Zighelboim (1995a, 1995b) ha publicado un exhaustivo y meticuloso análisis de estas representaciones, cuyos resultados nos hacen pensar que por lo menos dos eventos rituales distintos inspiraron a los alfareros. Lima, Universidad de La Libertad Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. La iconografía entonces configuraba y sincronizaba mediante metáforas naturaleza y sociedad, a través de los distintos “planos” del cosmos; enlazando finalmente las imágenes de la memoria colectiva con el paisaje y la urdimbre del firmamento. En las fases tardías (Mochica IV y V) percibimos en efecto que varias tradiciones tecnológicas y lenguajes formales se amalgaman creando una unidad ecléctica, un conspicuo estilo corporativo (Moseley 1992). 1994 “La paradoja estructural: la cultura Moche como ideología política”. En: Krzysztof Makowski y otros, págs. Sipán En: Pre-Columbian Art History, Selected Readings, A. Cordy-Collins y J. Stern, editores, págs. Entre los hallazgos arqueológicos encontrados, el más significativo de la cultura Mochica, es la tumba de El Señor de Sipan. Campana y Morales (1997: 86-91, Figs. Washington, Unión Panamericana. Las sociedades Moche desarrollaron una compleja tecnología de canales de riego, evidenciando amplios conocimientos en ingeniería hidráulica y . Benson 1972, Hocquenghem 1987) supusieron que los escenarios en los que se desenvuelven los seres sobrenaturales formaban parte de su personalidad mítica y que, por lo tanto, podían servir de criterio analítico para identificar a las divinidades. cultura moche Por ejemplo, Benson (1972) ha centrado su análisis en las representaciones tridimensionales escultóricas, y en particular éstas que tuvieron por escenario picos montañosos. Lima, Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. En cambio, la intención de dotar al soberano muerto de elementos de personalidad de la segunda divinidad guerrera, ésta que luce el tocado de olas, está muy bien fundamentada por las evidencias. 12.3c). Qhapaq Ñan Buenos Aires, Sociedad Geográfica Americana. 1948 “Religion und Mythologie der frühen Chimú (Nord-Peru)”. Ancash , D. L. Nichols y T. H. Charlton, editores, págs. Nótese la variabilidad formal relacionada con el contexto narrativo preciso. Kesler y Simpson 1984, Stansburry-O’Donnell 1999). No hay, sin embargo, consenso en las interpretaciones, ni en cuanto al número de divinidades, ni en cuanto a sus características y jerarquías. Lima, Instituto de Investigaciones Antropológicas, Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, Instituto Nacional de Cultura. 3000 ans d’histoire, Sergio Purin, compilador, págs. En: The Northern Dynasties: Kingship and Statecraft in Chimor, M. Moseley y A. Cordy-Collins, editores, págs. Cusco, Instituto Francés de Estudios Andinos y Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas”. 1; Bourget 1994, Fig. La cultura Mochica o también conocida como Moche, fue una civilización antigua de Perú. 1980 “An identification of anthropomorphic mythological personages in Moche representations”. De manera coincidente con Hocquenghem (1987), creemos que el conjunto de las imágenes mochica: 1) remite a una rigurosa clasificación simbólica de la sociedad en estamentos, unidades territoriales y de parentesco, cada una con sus obligaciones rituales; y 2) busca fundamentar el sistema político por medio de una comparación con el supuesto orden natural, que se concibe como preestablecido por las divinidades ancestrales en los tiempos míticos; la estructura del panteón, las relaciones entre los protagonistas de los mitos hacían recordar a la sociedad los principios básicos de aquel orden. tentativamente: 1) la verdadera, oculta cara de la divinidad cuando está representada en su sede, en las entrañas de la montaña; 2) la divinidad vencedora, con la cabeza cortada de su adversario; 3) la divinidad como jefe guerrero, en combate, o como oficiante durante el sacrificio humano; y 4) la divinidad en su manifestación terrenal, desplazándose bajo el aspecto de ave nocturna. Todos los hombres tuvieron que someterse a la prueba de combates rituales y eventualmente perecer ofreciendo su sangre a las divinidades ancestrales. cultura Mochica. En esta cerámica se muestran todos los atributos de la excelencia plástica del pueblo moche: Realismo, composición, armonía y dominio de . En: Moche: propuestas y perspectivas. Fieldiana Anthropology, 43. 91-110. Nos referimos a: Por nuestra parte, pensamos que las propuestas de Donnan y Benson (personajes 1 y 2) no son del todo excluyentes. 1978 “Les combats mochicas: Essai d’interprétation d’un matériel archéologique à l’aide de l’ethnohistoire, de l’ethnologie et de l’iconologie”. Algunos investigadores (Vg. Por ejemplo, Berezkin (1972, 1980) ha definido a su Divinidad Radiante (Rayed God) como a un personaje envuelto en el halo de rayos. Dicha comunidad precolombina tenía un gran conocimiento en ingeniería hidráulica. Lineas de Nasca El parentesco entre el mascarón de la Huaca de la Luna y el Mellizo Marino es muy cercano, particularmente en el caso de representaciones frontales de este último: a menudo comparten no sólo la característica boca y ojos exorbitados, sino también al halo de olas (Fig. 75-106. 12.11). Cronología: 700 dc. . , Kathleen Berrin, editora, págs. Varsovia, Sociedad de Estudios Latinoamericanos. 1955a “El desarrollo de la civilización en la costa del Perú”. 1992 “Archaism or continuing tradition: The Decapitator theme in Cupisnique and Moche iconography”. Lima, Banco de Crédito del Perú. Las recientes excavaciones en la Huaca de la Luna (Uceda et al. 101-158. LAMBAYEQUE El guerrero mítico que está parado a la derecha heráldica posee todos los rasgos de la divinidad suprema (dios A) de Donnan (1975), y del Dios Radiante de Berezkin (1980): casco cónico con la pluma en forma de media luna, collar y orejeras, camiseta y faldellín de tela decorada, con algunas aplicaciones de metal, nimbo de rayos triangulares, dos protectores coxales en forma de tumi bicolores, como si fuesen hechos de oro y de plata. Austin, University of Texas Press. Washington, D. C., Dumbarton Oaks Research Library and Collection. 1977 “The moon is a boat! Boletín Museo de Oro 41: 99-118. Londres, Thames and Hudson. Ello nos hizo pensar que el esquema ideal de la estructura política había tenido la siguiente forma: guerrero, compartidos con la divinidad Guerrero del Águila. En 1996, el arqueólogo Steve Bourget encontró restos de 70 mochicas sacrificados. La validez de este supuesto no está en realidad puesta en duda, que sepamos, por ninguno de los investigadores. Buenos Aires, Sociedad Geográfica Americana. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. 69; Makowski 1996a, Fig. 7 (23): 61-76. 1990 “L’iconographie Mochica”. 41: 99-118. Este no es el caso del estilo Mochica. Cuando la divinidad permanece recluida dentro de. 12.2b y 12.3b) y fue llamada Dios C por Berezkin (1980). (Vg. Cambridge, Cambridge University Press. Monographs of the Peabody Museum 6. 1993 Settlements in Time: A Study of Social and Political Develpment during the Gallinazo Occupation of the North Coast of Peru. Su religión tenía un complejo sistema de dioses de distinta jerarquía. Entre los dioses más representativos encontramos que existen 8 que son inmortales. Pachacamac 22-34. Dos de ellas, el Mellizo de cinturones de serpientes (Castillo 1989; dios A de Berezkin 1980; dios F de Golte 1994) y la Iguana (ayudante J de Lieske 1992 y Golte 1994), están siempre presentes. herramienta de tejer en forma de cuatridente). Sólo las escenas, que reúnen a más de un personaje, ponen en evidencia las diferencias de identidades, y hacen posible distinguir a un protagonista de un otro que lo acompaña. Berezkin 1980: 27, pl. Director del Proyecto Arqueológico Ventarrón-Collud. 1994 Iconos y narraciones. Ensayos de la cultura andina. plazas, plazoletas hundidas, recintos con banquetas, o con paredes decoradas, plataformas con rampas, etc. 1979 The Burial Theme in Moche Iconography. Cajamarca Todos aquellos detalles sugieren que el episodio reproducido en las paredes del recinto tuvo por protagonista principal a la Divinidad Femenina (compárese con el cuarto inferior de Kutscher 1983, Lám. El segundo grupo de estudiosos ha seguido el camino trazado por Benson y Berezkin. Austin, University of Texas Press. Rebelión de objetos, Combate y sacrificio en la botella de Bremen, Makowski 1996a: 20-25, Figs. Alva y Donnan 1993, Campana y Morales 1997, Alva 1999) ha adoptado explícita o implícitamente la hipótesis de Larco (1938, 1939), quien creía reconocer una sola divinidad suprema en múltiples manifestaciones (Fig. Así lo refleja una tumba intacta del Señor de Sipán (poderoso gobernante moche) encontrada en 1987, muy bien embalsamada con adornos y emblemas . Washington, D.C. . En la tumba del Viejo Señor un esplendido collar de diez cuentas de oro, representa arañas posadas en el centro de sus redes; el abdomen igura un rostro humano ataviado, la imagen idealizada corresponde con la especie de araña Argiope argentata, la forma del abdomen lobulado y su cuerpo dividido en dos hemisferios de vistoso colorido, mitad amarillo y mitad plateado, se relacionaron con la dualidad. Estas deidades las podemos encontrar en la cultura y mitología china, en la que representan al pueblo y sus costumbres. 68; nuestra Fig. El modelo de Hocquenghem se nutre del estructuralismo de Levi-Strauss, y de lúcidas observaciones del neomarxista Krader. Más aún, la relación entre los dos iconos de la Huaca de la Luna y las divinidades representadas como destinatarias de sacrificios humanos, no es ni directa, ni clara. Washington, D. C., Society for American Archaeology. Fig. . Además de sus incursiones en la metalurgia y el arte de cerámica. principal deidad de la Cultura Moche era uno de sus dioses castigadores, el más temido y adorado, es . El Guerrero del Búho ostenta el traje de jefe guerrero con el faldellín, el protector coxal, el pectoral, el collar de grandes cuentas. El tocado de olas es recurrente en las escenas marinas; en cambio, las patas de araña, y las serpientes sobre la cabeza y la espalda remiten con cierta frecuencia a contextos ctónicos, a las escenas que se desarrollan al pie y en las entrañas cavernosas de los cerros. 27 (1): 135-213. Por otro lado, sólo algunos contenidos tuvieron importancia desde el punto de vista religioso y político. Tradiciones. Incas 222. Chavín Por ejemplo, el Mellizo de cinturones de serpientes preside el sacrificio en la montaña de un solo pico, a lado de su inseparable compañera, la Iguana, y encima de la cueva donde reside otro ser sobrenatural. 1997 “Deer hunting and combat: Parallel activities in the Moche world”. 152) que emergen detrás de la espalda, y un tocado semicircular con una cara de búho en el frontis, constituyen su rasgo distintivo (Fig. El descubrimiento de los primeros restos fue llevado a cabo por Max Uhle, en 1909. 12.3b) y el cuarto se diferencia, entre otros, por el tocado de tumi y su aspecto radiante (Rayed God, divinidad radiante; Fig. La secuencia de tumbas en Sipán, que abarcaría tres generaciones, permite reconocer cambios en la estructura de la religión y poder, orientados a enfatizar el carácter militar de los gobernantes en las últimas fases, cuando la guerra ritual se volvió crucial; el discurso cosmocéntrico referido al origen y equilibrio del mar y la tierra de las fases tempranas, da paso otro dirigido por las hazañas de la guerra y el sacrificio humano. 1930 Archaeological Explorations in Peru. El cercano parentesco entre ambos es innegable y efectivamente se presta a confusiones. Por lo menos cinco personajes sobrenaturales distintos suelen ser representados de esta manera (Fig. La cosmovisión de la cultura Mochica, sus creencias y su manera de interpretar el mundo podemos entenderla a través de su cerámica y sus murales. 15, 30) establecieron una secuencia de paralelos con el fin de demostrar que el rostro de la Huaca de la Luna pertenece a una deidad que suele aparecer apoyada contra la falda de las montañas (Benson 1972) (Figs. Las arañas que fabrican tela colgante reposan con la cabeza hacia abajo, así sugirieron mediación entre el cielo y la tierra; su eje es vertical respecto al de otros arácnidos e insectos, del mismo modo que los hombres frente a los animales. Simposium sobre las civilizaciones de regadío, J. H. Steward, R. M. Adams, D. Collier, A. Palerm, K. A. Wittfogel y R. L. Beals, editores, págs. Inka II: VII-XXXVII. (23-27 de junio 1996), tomo I, págs. En su lugar aparece una o dos deidades, íntimamente emparentadas por atributos compartidos e intercambiables, cuyas características son marcadas por cierta ambivalencia puesto que remiten a dos clases de escenarios. En la arquitectura se materializaban los principios ideológicos sobre los que descansaba el orden social. “Las grandes culturas de la costa norte”. Ñawpa Pacha 18: 27-50. Esta correspondencia es particularmente flagrante cuando se compara el atuendo de los jefes con la manera como están ataviadas las deidades principales, estas mismas que suelen presidir ofrendas y combates (Alva y Donnan 1993) y sostienen una copa en la mano, probablemente llena de sangre sacrificial. En: Investigaciones en Huaca de la Luna 1995, Santiago Uceda, Elías Mujica y Ricardo Morales, editores, pág. escenas de caza de venados, Donnan 1982, 1997), y realiza todas las actividades propias a la elite mochica (Castillo 1989). En el primer caso, el personaje más recurrente es la divinidad acompañada de dos serpientes monstruosas que se deslizan por sus costados. Se trata de la única tumba de un gobernador precolombino peruano hallada hasta el momento. Todas las características que acabamos de enumerar están compartidas por varios personajes sobrenaturales cuya existencia autónoma pudimos comprobar empíricamente: el Guerrero del Águila, el Guerrero del Búho, la Divinidad Femenina, el Mellizo Marino, el Mellizo Terrestre. Además, la hipótesis de Alva y Donnan se desprendía del supuesto que en la iconografía mochica una sola divinidad fue la titular de sacrificio humano, supuesto cuya validez no se ha comprobado (véase Figs. El Mellizo Marino permanece por lo general bajo la forma humana y ocasionalmente adquiere la forma del ave acuática. . Las formas más utilizadas en su . La divinidad guerrera (personaje A), con el casco cónico coronado por una pluma en forma de media luna, figura frecuentemente como el destinatario de la copa en las escenas denominadas. Bonn, Kommmission für Allgemeine und Vergleichende Archäologie des Deutschen Archäologischen Instituts. Definición. 1948 “Religion und Mythologie der frühen Chimú (Nord-Peru)”. Creemos que los artefactos, los comportamientos y los motivos que clasificamos bajo el rubro Mochica se relacionan desde la primera fase en la historia de esta cultura (Mochica I, Larco 1948) con el surgimiento y la evolución de estados de carácter regional, cuya área de influencias generalmente transciende el espacio de un solo valle. Shamanes, demonios y curaderos del norte del Perú, Luis Millones y Moisés Lemlij, editores, págs. 7 y Makowski 1996a: Fig. La Cultura Mochica o Cultura Moche es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló entre los siglos II y VII en el valle del río Moche (actual provincia de . Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú (1996). Atentado 125-147. Trujillo 223, Holmquist et al. El segundo supuesto analítico fue empleado por un mayor número de investigadores que el precedente, incluyendo a Berezkin (1972, 1980) y concierne a la relación exclusiva entre ciertos atributos y ciertos personajes. 1979 “Die ‘Fremdkrieger’ in Darstellungen der Moche- Keramik. Las serpientes fantásticos en el cabello y el característico tocado de olas permiten establecer una relación entre este motivo y el personaje de la Huaca de la Luna, cuyo rostro frontal aparece además en el centro del tocado. 267; Makowski 1996a, Fig. Cuando la montaña está compuesta de varios picos separados por cuellos, entre 2 y 7, siendo 5 el número más frecuente, la composición adquiere una complejidad notable y aparecen personajes nuevos. Washington, D. C., Society for American Archaeology. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. arequipa 111-159. 1980 “A class of anthropomorphic supernatural female in Moche iconography”. Lima, Universidad de La Libertad – Trujillo, Instituto Francés de Estudios Andinos y Asociación Peruana para el Fomento de las Ciencias Sociales. 53-61). Puno Walter Alva Veröffentlichung der Projektgruppe Ikonographie an Lateinamerika. Santiago. aproximadamente. 1994 “Excavaciones de tumbas de sacerdotisas Moche en San Jose de Moro, Jequetepeque”. “Ritual y narración en la iconografía mochica”. Cuando la técnica, en particular la pintura de línea fina y el relieve, así como el soporte lo permiten, un friso historiado con hasta medio centenar de personajes, cuyas poses, gestos y vestidos remiten a identidades diferentes, ocupa las paredes de las vasijas ceremoniales y de edificios de culto (Vg. Con este fin, el artista dotaba a sus personajes de atributos que permitían reconocer no sólo la identidad del protagonista sino también su condición, determinada por la trama narrativa. 1981 “La organización económica de la Costa Norte: un análisis preliminar del periodo Prehispánico Tardío”. 1972 “Mitologiya Mochika (Pieru)”. Actas del IV Congreso Internacional de Etnohistoria (23-27 de junio 1996), tomo I, págs. Washington, D.C. 1980 “The Owl as a Symbol in the Mortuary Iconography of the Moche”. “Las pinturas murales de Pañamarca: un santuario mochica en el olvido”. Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 155. su típico tocado en forma de corona de cinco plumas) y los utensilios de tejer, también relacionados con la diosa (Vg. El autor desea expresar su agradecimiento al Museo Arqueológico “Rafael Larco Herrera” de Lima, en personas de Isabel Larco y Andrés Álvarez Calderón, así como al Museum für Volkerkunde en Berlín (Alemania), por las facilidades de acceso a las colecciones y el permiso de publicar las fotografías. La serpiente bicéfala: por lo menos tres divinidades distintas estuvieron retratadas bajo el arco conformado por este animal mítico. Los paralelos publicados por Campana y Morales indican que la divinidad de la Huaca de la Luna fue representada en objetos figurativos depositados en las tumbas reales de Sipán. “The thematic approach to Moche iconography. La mitología mochica se desarrolló con la cultura mochica o moche, en el antiguo Perú. Mann. 1989 “El ‘ulluchu’ en la iconografía y ceremonias de sangre Moche: la búsqueda de su identificación”. La excepcional riqueza de representaciones en la pintura mural y en todos los objetos relacionados con el culto lo demuestra con creces. Una bolsa del mismo tipo que la representada, en forma de cuero de felino totalmente recubierta de placas rectangulares de metal, fue recientemente descubierta en un depósito votivo. Según Campana y Morales (1997), el rostro pertenece a una antigua divinidad Cupisnique, la que habría logrado mantener su posición de jefe de panteón, a pesar de los dramáticos cambios culturales a fines del periodo Formativo. Estamos de acuerdo con Bawden (1996: 201) que los estilos Mochica y Virú-Gallinazo “differ markedly in the material manifestations of political ideology” (difieren enfáticamente en su manera de expresar la ideología política por medios materiales, trad. La cultura Mochica, también conocida como moche, fue una civilización prehispánica desarrollada entre los años 100 y 800 d. C. Surgió en las costas norte de Perú y en los valles de Chicama y Trujillo. ¿La divinidad suprema, cómo definirla?, es la pregunta considerada en el título de este trabajo. Cultural History, University of California. 1989 “El ‘ulluchu’ en la iconografía y ceremonias de sangre Moche: la búsqueda de su identificación”. inca Chicago Natural History Museum. BRUMFIEL, Elizabeth M. y John W. FOX (compiladores). Los estudios sobre los personajes del mar (Holmquist 1992, Bourget 1994) y de las montañas (Zighelboim 1995a, 1995b) demostraron que aquel supuesto carece de validez. La cultura Mochica o también conocida como Moche, fue una civilización antigua de Perú. Munks Gaard. botellas con cabezas escultóricas de seres sobrenaturales, Makowski 1996a: 66, Figs. 21: el adversario T). Lima, Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú. De ahí se desprende una relación estable entre personajes, rasgos y atributos. 8b a, b) publica una botella Mochica III con decoración en relieve, en la que la escena de consumo de coca (hombre sentado con calero, espátula y bolsa-chuspa en sus manos, y armas acumuladas detrás de su espalda) se asocia directamente a la escena de combate entre dos guerreros. Larco hace una sugerente y precursora interpretación de las imágenes mochica, a partir de las tradiciones indígenas aún conservadas, y de las escuetas menciones dejadas por los sacerdotes que desarrollaron la acción evangelizadora en la costa y en la sierra norte durante el siglo XVII. Las caras están enmarcadas en un rombo cuyo marco conforman meandros con peces-rayas estilizadas o, lo que convence más a ambos investigadores, 16 cabezas de serpiente. De manera general, se observa un ordenamiento en función a paridades, codiciadas a partir de los metales, tipos de objetos y su ubicación sobre el cuerpo; la dualidad fue el concepto crucial a lo largo del tiempo y el espacio del Perú Antiguo. Ñawpa Pacha 18: 1-26. 107-111). Cambridge, Massachussetts. New York y San Francisco, Thames and Hudson and Fine Arts Museums of San Francisco. Quito, Biblioteca Abya-Yala. Smithsonian Institution, Bureau of American Ethnology, Bulletin 155. Scripta Ethnológica 6: 105-108. 12.4); los demás serían simples oficiantes, probablemente sacerdotes disfrazados. Otro rasgo distintivo son las cabezas estilizadas de aves con pico largo y encurvado en las que rematan largos apéndices (Campana y Morales 1997, Figs 8, 9, 45). Se denomina Señora de Cao o Dama de Cao a la momia perteneciente a una gobernante de la cultura mochica que se cree gobernó el norte del actual Perú en el siglo IV d.C. Después de su descubrimiento en el departamento de La Libertad y de las investigaciones científicas de rigor, los avances fueron dados a conocer el 15 de mayo de 2006, por . Córdoba, Publicaciones Obra Social y Cultural Cajasur. Éstas cumplen función de remeros en su bote, o forman parte del tocado. Catálogo de la exposición. Washington, D. C., Society for American Archaeology. El vestido y el repertorio de encarnaciones zoomorfas ayudan a distinguir entre el uno y el otro.
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